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Columnista Invitado

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EL FOGÓN

Por José Angel Solorio Martínez

Los nuevos desafíos de González Valderrama
José Ángel Solorio Martínez
Rodolfo González Valderrama, ya es el Delegado de los programas federales del gobierno de la República en Tamaulipas. Suple en el cargo a José Ramón Gómez Leal. Llega, con la responsabilidad fundamental de aterrizar las políticas sociales de la IV T en los 43 municipios de la entidad.
¿Qué tareas tiene enfrente el nuevo Súper Delegado en una coyuntura como la que vive la región?
1.- Cambiar su discurso de precandidato, –su abierta participación en la contienda interna de MORENA por la candidatura al gobierno del estado, con su nueva asignación le está prohibida: ahora ya no obedece a los mandatos de un partido; y sí, al gobierno federal y a la gente que representa– por el del Primer Ciervo de la Nación en la comarca. En otras palabras: por el momento, su retórica militante deberá tener un vuelco y transformarse en un discurso amplio que corresponda a su papel de representante del Presidente y de sus políticas sociales.
2.- Drenar la estructura de la Súper Delegación. Durante los tres años que ha operado esa oficina, ha sido conducida por personajes ajenos –ya algunas veces hasta contrarios– a la IV. Existen evidencias fehacientes, que en campañas electorales pasadas, los padrones de beneficiarios de diversos programas asistenciales de BIENESTAR, fueron a parar a manos de candidatos panistas y al escritorio de algunos gobiernos para ser usados política y electoralmente. No será complicado: existen múltiples quejas de hoy alcaldes que sufrieron esas maniobras; a la vez, hay numerosas evidencias de algunos funcionarios de la Delegación que han dado de alta a beneficiarios fantasmas para cobrar en beneficio propio. En concreto: se debe desjotaerrizar –entiéndase el término, como el reemplazo de la red creada por JR, para lucrar con su obligación– la dependencia.
3.- La realización de una auditoría social a todos los programas de la Delegación. Algunos de ellos, poseen nóminas abultadas y ficticias; la renta de locales se ha realizado en forma patrimonial y desaseada; las adquisiciones son realizadas con las costumbres del viejo régimen; y hay que añadir, varios etcéteras.
4.- Re-direccionar las dinámicas de la Delegación. Mucho tiene que ver ésta, en la marcha de toda la estructura del gobierno federal en el estado. Las diversas delegaciones –Gobernación, Conagua, Conacyt, INEA, SEP, etcétera, etcétera– deben tener una orientación paralela y coordinada por los lineamientos de la IV T. Actualmente, cada quien trabaja para su santo y para su propia capilla. (Algunos, hasta representan a la vieja urdimbre del poder regional).
5.- Utilizar las jornadas de trabajo para incorporar a los representantes de la IV T –Senadores, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales, regidores, delegados federales, etcétera– y acercarlos a la ciudadanía que representan. Muchos han llegado al cargo y han roto todo vínculo con quienes los llevaron a sus puestos de representación popular–.
Ya lo dijo el Presidente:
“El poder, sólo se convierte en virtud, cuando se pone al servicio del pueblo”.
6.- Marcar la diferencia entre los programas sociales de la Federación, y los programas sociales de la entidad. Es parte del debate que debe darse en territorio. La IV T, debe desplegarse bajo los principios morales que traza a diario del Presidente de la república. Hasta hoy, en el estado, la narrativa de Andrés Manuel López Obrador, ha salido victoriosa en Tamaulipas por su eficaz forma de comunicarse todos los días con sus conciudadanos. En territorio, no siempre es así. Una de las debilidades de las políticas sociales lopezobradoristas en la región, es su semejanza –hasta hoy– con las políticas sociales del gobierno del estado.
Grande, el nuevo desafío de González Valderrama.
Muy grande su futuro, si lo supera.

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