Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Casas de INFONAVIT cayéndose a pedazos, cuartuchos miserables, varillas que más bien parecen alambres y deudas impagables, son el infierno para miles y miles de trabajadores.
Alberto Lara Bazaldúa, Secretario General del Sindicato Industrial Autónomo de Operarios en Plantas Maquiladoras de la República Mexicana (SIAMARM), puso en marcha una campaña para que se elimine la deuda de las familias que por décadas han estado pagando el crédito INFONAVIT y aún deben más de lo que cuesta el inmueble.
Pidió a las autoridades que replanteen las condiciones en que las familias pagan su vivienda durante 30 años.
Puso como ejemplo la vivienda de la señora Norma Edith Rodríguez Moya, trabajadora de una maquiladora, la cual presenta señales de deterioro extremas, como techos caídos, varillas expuestas y pisos destrozados.
La afectada dijo que ningún seguro es válido y que por las condiciones de su casa tuvo que salirse a rentar en otra parte.
Lara Bazaldúa tomó un pedazo de techo, de una sección que se derrumbó, y con sus manos lo partió a la mitad, demostrando que está hecho con material de unicel.
Además, hizo énfasis en que las varillas con las que se construyen las techumbres son demasiado delgadas, a tal punto que no pueden soportar el techo de concreto y unicel.
Dentro de los programas que tiene la organización sindical, está el apoyo que se dá a los trabajadores sindicalizados.
En este caso se procedió a reconstruir la vivienda para que la familia de la señora Edith Rodríguez vuelva a ella y deje de pagar renta.