Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. La Casa de la Tierra prácticamente se cae a pedazos.
El edificio que se ubica en el Parque Cultural Reynosa, fue abandonado desde marzo del 2020, cuando se declaró la pandemia de COVID-19.
El Gobierno del Estado decidió cerrar sus puertas de manera definitiva y desde entonces el acceso principal está cerrado con cadenas y candado.
En el interior se ven escritorios, papeles y cajas en desorden.
Aparte de ser un centro para la difusión de temas medio ambientales y concientización sobre cambios climáticos, la Casa de la Tierra tiene vocación para investigar los efectos de la contaminación, por depender de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.
El 24 de enero del 2015 fue inaugurada por el entonces Gobernador Egidio Torre Cantú.
Forma o formaba parte de la Red de Centros de Educación u Vigilancia Climática.
La primera se abrió en el 2013 en Ciudad Victoria, en el 2015 las de Reynosa y Ciudad Madero, y se tenían proyectadas dos más en Nuevo Laredo y Matamoros.
Estudiantes, profesionistas y público en general podían asistir a estas instalaciones donde se podían ver gráficas e imágenes procedentes del Instituto del Clima y la Red Climática Internacional, mostrando la situación actual del medio ambiente en el planeta.
También se impartían talleres de educación para motivar la adopción de conductas individuales y colectivas que permitan disminuir el impacto de la contaminación en el entorno ecológico.
La inversión fue de más de 17 millones de pesos.
A la fecha, se observa parte del recubrimiento externo que se cae a pedazos, la puerta de acceso tiene un candado con cadenas y en su interior se aprecian algunos muebles tirados en desorden.