Por Jesús Rivera
-Tiene los días contados como Presidente de JUCOPO
Reynosa, Tamaulipas. Como un tipo cínico y carente de escrúpulos califican en redes sociales al aún Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas, Félix García Aguilar, alias “El Moyo”.
En conferencia de prensa a la cual convocó este mediodía, el legislador lamenta que la fracción parlamentaria de MORENA considere dejarlo fuera de la JUCOPO, aunque aseguró que está listo para cumplir con la decisión de la mayoría.
“Estamos listos para no aferrarnos”,-aseguró, ante representantes de medios de comunicación capitalinos, estatales y nacionales.
García Aguilar llegó a la Presidencia de la Junta de Coordinación tras maniobras que fueron calificadas de ilegales, como la compra de conciencias y la intimidación a diputadas de MORENA y PT.
El Gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, en plena invasión de las facultades del Congreso, operó de esa manera para llevar a “El Moyo” a liderar el Congreso y garantizar la impunidad al mandatario que ya tenía los días contados en Palacio de Gobierno.
En la conferencia de prensa, García Aguilar dijo que “no es constitucional y no es moralmente lícito que se pueda otorgar un importante cargo parlamentario a un partido político. Es asunto de separación de poderes, porque una cosa son los partidos y otra cosa son los congresos”.
Situación que en su momento no entendieron Cabeza de Vaca y los diputados afines a su política.
“No permitiremos que Tamaulipas-agregó- sea ejemplo del rompimiento constitucional para dar paso a una partidocracia, muchos menos en favor de un partido autoritario como lo es el partido de MORENA, donde solo prevalece la voz de una sola persona”.
En contraparte, diputados de MORENA se quejaban meses atrás que tanto el Poder Legislativo como el Judicial estaban a las órdenes del Ejecutivo.
“No es si continúa “El Moyo” en el Congreso-subrayó el todavía líder de la JUCOPO-, pero hacemos valer la democracia de nuestro Congreso libre y soberano”.
Lo que no hizo durante los últimos meses del Gobierno panista, sino que se puso a las órdenes del Ejecutivo para la persecución de sus enemigos políticos y para desarrollar una intensa guerra sucia en contra de los candidatos opositores.