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Beatificó Papa Francisco a Juan Pablo I

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(De las redes sociales)


El Vaticano. Con miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco beatificó este domingo a Juan Pablo I, conocido también como “el papa de la sonrisa”, que en 1978 ocupó durante 33 días el trono de Pedro, en uno de los pontificados más breves de la historia.

Entre los asistentes estuvo el presidente italiano, Sergio Mattarella, quien estuvo bajo la lluvia durante la misa de beatificación. La misa es la etapa previa a la canonización que eleva a un fiel católico difunto a la dignidad de santo.

Durante la ceremonia, un gran tapiz que representaba a Juan Pablo I colgaba de una de las paredes de la basílica de San Pedro.

“Con su sonrisa, el Papa Luciani logró transmitir la bondad del Señor. Es hermosa una Iglesia con el rostro alegre, sereno y sonriente, que nunca cierra las puertas, que no endurece los corazones, que no se queja ni alberga resentimientos, que no está enfadada, ni es impaciente, que no se presenta de modo áspero ni sufre por la nostalgia del pasado”, dijo el Papa Francisco durante la homilía.

Quién es Juan Pablo I, “el papa de la sonrisa”
Albino Luciani, que adoptó el nombre de Juan Pablo al ser elegido papa en agosto de 1978, a la edad de 65 años, era una figura popular y cercana a los feligreses.

Sucedió a Paulo VI y ha sido el último papa italiano hasta la fecha. Falleció de un infarto apenas 33 días y 6 horas después.

En la madrugada del 29 de septiembre de 1978, una monja descubrió su cuerpo sin vida, sentado en la cama, con los anteojos puestos y unas hojas en las manos. No se realizó una autopsia para confirmar la causa del deceso.

El anuncio de su fallecimiento estuvo rodeado de incoherencias e informaciones falsas e incluso alimentó la teoría de un asesinato por envenenamiento para impedirle poner orden en los asuntos de la Iglesia y, en particular, en el banco del Vaticano, donde se habían detectado malversaciones financieras.

Pero esta “hipótesis conspirativa” se debió ante todo a la “calamitosa comunicación” del Vaticano, según Christophe Henning, periodista y autor del libro “Petite vie de Jean Paul Ier” (Corta vida del Juan Pablo I).

Amable con todos
Albino Luciani nació en 1912 en el norte de Italia, en una familia obrera muy modesta. Fue seminarista y se doctoró en Teología. En 1969 Paulo VI lo nombró patriarca de Venecia y en 1973 lo elevó a cardenal.

Considerado como un hombre de consenso, logró durante su breve pontificado imprimir un estilo más sencillo en el ejercicio de su misión, aunque permaneció aislado en el seno de la Curia, el gobierno del Vaticano.

Defendió la oposición de la Iglesia al aborto y a los métodos anticonceptivos, al tiempo que iniciaba una reforma interna.

Muy sensible a la pobreza, también afirmó la importancia de dar un “salario justo” a todos.

Con una “gran sencillez y una fuerte fibra pastoral”, Juan Pablo I “humanizó el oficio [papal] y simplificó todo lo que era protocolario”, explicó Christophe Henning.

La beatificación requiere el reconocimiento de un milagro
El atribuido a Albino Luciani es la curación en 2011 en Buenos Aires de una niña de 11 años que se estaba muriendo, pero que se recuperó gracias a las oraciones de un sacerdote invocando a Juan Pablo I.

Para ser canonizado, el Vaticano debe reconocer un segundo milagro.

Entre los papas recientes, fueron canonizados los italianos Juan XXIII (1958-1963) y Pablo VI (1963-1978) y el polaco Juan Pablo II (1978-2005).