Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Muy temprano, las mañanitas, el arreglo floral, el beso en la frente.
Durante la mañana, en casi todos los rincones de la ciudad, los establecimientos comerciales reproducen a todo volumen la famosa canción de Denisse De Kalaffe “A mi madre”.
En cada avenida, la venta de arreglos florales, donde abundan los laureles, las rosas y los girasoles.
No falta quien lleva a la autora de sus días a tomar un rico almuerzo a algún restaurante, mientras que en los colegios particulares, las educadoras se afanan por arreglar los accesos con globos de todos colores y mensajes alusivos a la fecha.
Incluso, algunos negocios con ofertas, como las gasolineras, que ofrecen participar en una rifa en la compra de determinada cantidad de combustible.
Raúl Gerardo Cisneros, Presidente de los locatarios de la peatonal Hidalgo, comentó que esta fecha es una de las más importantes para los mexicanos, y se refleja en un aumento en las ventas de productos como flores, electrodomésticos, joyería, enseres para el hogar y ropa.
Por la tarde, como ya es costumbre, y ahora mucho más al menguar la pandemia, los restaurantes lucen a reventar.
En muchos de ellos se tiene que hacer la reservación con tiempo para poder alcanzar mesa.
Así celebramos en Reynosa a nuestras cabecitas de algodón.