Por Juan Arvizu
Reunidos en una espaciosa sala, los integrantes del consejo se preparaban para iniciar la sesión. Esperaban con ansias el informe de una de las más grandes aventuras jamás llevada a cabo por su galaxia.
Presidia el gran jefe, acompañado de la totalidad de sus subordinados. Se puso de pie y dio comienzo la jornada.
Expreso en forma suave y pausada, sin palabras, que la reunión de ese día era de carácter informativo, para recibir los resultados de la expedición de contacto realizada en forma reciente.
Explicó que el comandator Menquit, encabezó una expedición de exploración de un planeta desconocido y sería él quien daría respuesta puntual a las preguntas que tuvieran los miembros del consejo.
Así, se mandó llamar al comandator,… Leer más
8:50 p. m.
La comunidad científica trabajaba arduamente en el desarrollo de un programa realmente efectivo de exploración y colonización planetaria, ante la inminente desaparición de la tierra en los próximos siglos Pese a los esfuerzos estaban lejos de alcanzar ese objetivo.
Gracias a la construcción de nuevas naves espaciales y a la velocidad con la que estas lograban desplazarse, varios intentos tuvieron lugar hacia la galaxia de la estrella Próxima Centauri, pero debido a la lejanía todo resultó en fracasos. Colonizar un planeta habitable seguía siendo tan solo un sueño.
Propuestas no faltaban y cada cierto número de años aparecía algún científico o iluminado con una carpeta llena de diagramas y apuntes bajo el brazo. Sin embargo, todas eran rechazadas porque prese… Leer más
8:51 p. m.
Después de exitosos ensayos realizados directamente en el espacio, la primera nave del proyecto estuvo lista para partir.
Lo más difícil de lograr fue alcanzar la velocidad mínima requerida (Mach 180), tomando en cuenta la distancia total a recorrer y el tiempo promedio de vida de los humanos.
La Agencia Mundial de Exploración Cósmica brindó muy poca información al público en general sobre posibles colisiones, radiaciones gamma, agujeros negros, plagas, supernovas, enfermedades, motines y otros hechos que de producirse retrasarían enormemente el proyecto o incluso lo detendrían por completo. En cambio, con la tripulación estos temas fueron extensamente abordados.
La primera nave del Proyecto Escalera fue bautizada como “Alpha Terra”, tras rechazar Gibral Pascal que llevara su nombre.
Mediante una ceremonia a la que asistieron los principales líderes del planeta, la nave partió rumbo al espacio exterior un día 19 de noviembre del año 4,993 de la nueva era.
La meta era crear una base lo más lejos posible de la tierra, para que sirviera de escalón hacia una segunda base que colocarían más allá de la primera. Así, base tras base, hasta llegar al destino final ubicado a poco más de cuatro millones de años luz de nuestro planeta.
El “Proyecto Escalera” de Gibral Pascal, pese a que ya estaba aprobado y en marcha, seguía encontrando voces críticas de noveles científicos que seguian tildaban de descabellado y poco práctico, pero al tener la tierra ya solo siglos de existencia, en lugar de millones de años, también ellos terminaron colaborando al proyecto. Así, los callaba un poco Gibral, al hacerlos participes de la aventura.
Calculaban que llegar a la galaxia elegida, y gracias a los avances logrados en velocidad durante los últimos siglos, tomaría más de dos mil años en alcanzar el objetivo, lo que en lugar de ser visto como una desventaja fue calificado por Pascal como algo positivo pues permitiría evacuar una mayor cantidad de personas. Lo importante a largo plazo es lograr la supervivencia de la raza humana, sentenció.
Con sentido práctico se decidió que en las primeras cien naves interestelares solo viajaría personal esencial para la misión, es decir hombres y mujeres avanzados en ciencia y tecnología, que de preferencia no sobrepasaran la primera etapa de su vida. Ya posteriormente, con el paso del tiempo, podrían incluirse personas de diferentes ámbitos, como ciudadanos comunes con algún valor añadido (oficio, destreza física, etcétera), así como niños y jóvenes saludables, con o sin la autorización expresa de sus padres o tutores.
Con un absoluto sentido práctico y sin sentimentalismo alguno, quedaron descartados por decisión del consejo de la Agencia, en todos los viajes, personas con condiciones médicas graves o crónicas, enfermos mentales y transgresores de la ley, así como todo aquel que apareciera en el catálogo de inadmisibles, creado exprofeso.
Esa meta de hecho sería fácil de cumplir pues desde el despegue de la primera nave, los gobiernos del nuevo orden mundial implementaron medidas para evitar el nacimiento de personas que resultarían inadmisibles. De hecho, impedían el nacimiento de todos aquellos que no cumplirían con los estándares impuestos para ser pasajero en las naves del proyecto.
Cerca de seis años tardó la nave en llegar a su punto de “anclaje” y crear la primera estación interestelar. Con ello se activó él envió de las siguientes naves con intervalos cada vez más cortos, hasta lograr hacerlo cada seis meses.
En la tierra todos los países trabajaban en la construcción de más y mejores naves gracias a lo cual fue posible adelantar el calendario de viajes técnicos del Proyecto Escalera, que en lugar de transportar humanos, llevaban materiales para la colonización del nuevo mundo, pues las primeras miles de misiones solo cargaban lo necesario para lograr la permanencia prolongada en el espacio.
Al conmemorarse un siglo más de la muerte de Gibral Pascal el Proyecto Escalera se encontraba bastante más avanzadas como producto del ingenio y la creatividad de la raza humana.
Ya era posible enviar incluso maquinaria ultra pesada, colecciones de arte, animales vivos, viviendas prefabricadas con materiales totalmente nuevos, alimentos de octava generación y hasta edificios inteligentes completos.
En el último siglo de existencia de la tierra, había tal actividad en todo el mundo, que los medios la bautizaron como “la gran mudanza” y precisamente eso era, algo muy parecido a cambiar de casa y llevarse todo lo transportable.
La última misión fue operada desde la tierra por solo 200 científicos y técnicos desde el norte de Siberia y en ella tuvieron cabida cinco mil personas, la mayoría de ellas consideradas en los primeros tiempos como inamisibles. Para entonces poco más de tres cuartas partes de la humanidad ya había perecido.
Ante la escasez de materiales para construir naves, la Agencia Mundial de Exploración Cósmica le puso fecha a la última nave que enviaría al espacio y la bautizó con bastante optimismo como “Gibral Pascal 1”, desdeñando categóricamente la negativa del astrofísico a que algo así sucediera.
Todos los integrantes del centro de comando, sabían que, para ellos, así como para el resto de la humanidad que todavía existía, ya solo era cuestión de tiempo. El final se acercaba, rápido en tiempo humano, pero de forma lenta en la escala cósmica.
El centro de comando se mantuvo operativo hasta que las radiaciones solares cada vez más fuertes hicieron extremadamente difícil comunicarse con las estaciones espaciales, pese a que toda actividad humana se llevaba a cabo bajo tierra. Entonces ya solo se preocuparon por mantenerse con vida el mayor tiempo posible.
La última acción oficial de la Agencia consistió en fabricar con materiales más duros que el diamante y el titanio, una capsula que enterraron en un punto estratégico de la tierra, para ser encontrada ya sea por futuros humanos o bien por visitantes de otras partes del cosmos. Allí estaba toda nuestra historia, desde la aparición del hombre en la tierra hasta su extinción.
La última comunicación lograda fue con la estación “Alpha Terra”, la más cercana a nuestro planeta, y se produjo 600 años atrás. Gracias a ese intercambio de información supieron que los científicos genetistas tuvieron éxito en su objetivo de alargar el promedio de vida de los humanos nacidos en el espacio, así como hacerlos inmunes a una elevada cantidad de bacterias y virus desde el momento mismo de su nacimiento.
Eventualmente la radiación solar termino con los últimos habitantes de la tierra y comenzó la destrucción total de nuestro sistema planetario, tal y como lo predijeron los científicos desde el siglo XX de la vieja era.
FIN.