Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. La celebración del Día del Niño comenzó muy tibia y austera.
Siendo quincena, conforme las familias empezaron a recibir el pago de sus sueldos, salieron con sus hijos a comprar juguetes, ropa y zapatos.
Poco después de las doce del mediodía, ya la calle peatonal Hidalgo y los centros comerciales estaban saturados de personas, la mayoría, llevando de la mano a sus pequeños hijos.
Algunos padres y madres se disfrazaron de super héroes, con colores vivos y brillantes, Contagiados del espíritu que marca esta fecha, festejaron a sus vástagos con regalos.
Otros prefirieron llevarlos a comer a algún restaurante de comida rápida, aprovechando la promoción de algunos establecimientos, y hubo lugares donde se hacían largas filas para poder comprar hamburguesas y pizzas.
Por la tarde, las caravanas de vehículos adornados con globos multicolores, con mensajes de felicitación a los peques pintados en los vidrios y pitando animadamente para llamar la atención.
Hubo instituciones educativas de preescolar que adornaron sus fachadas y organizaron animadas fiestas.
Hubo también botargas de personajes infantiles, como Mickey y Minie Mouse o alguna princesa de Disney, que dieron más vistosidad al festejo.