Por Jesús Rivera
Definitivamente, algo bueno ha traido el COVID-19 a esta parte de la frontera de México con los Estados Unidos.
El déficit comercial de siempre, se ha reducido y buena parte de las divisas que los habitantes de Reynosa iban a gastar a las tiendas de McAllen y otras poblaciones del Valle de Texas, las están derramando entre los establecimientos comerciales y de servicios locales.
Leonel Cantú Robles, Secretario de Desarrollo Económico y del Empleo reveló que algunos pueden pensar que el tema de la pandemia ha ocasionado impactos negativos en la economía de la población fronteriza.
“El cierre de la frontera-sin embargo- ha impactado en la parte del consumo local. Una buena parte que antes estaba en alrededor del 68% (por cada peso que se pagaba en Reynosa, 68 centavos iban a dar a Estados Unidos), ahorita estamos por debajo del 50%. Y eso no nada más lo podemos establecer bajo esta estadística, sino a través del ticket de compra en los centros comerciales y en las tiendas de conveniencia”,-dijo el funcionario.
Los tickets de compra se han incrementado en más de un 20% desde que inició la pandemia, hace un año.
“Esta parte es la parte importante del consumo local; lo que pudiera significar para nosotros un contratiempo el hecho de que esté cerrada la frontera estimula el consumo local. Tenemos que reconocer que una buena parte de los mecanismos de ventas a domicilio o de ventas en línea ha generado en nuestra ciudad un segmento de la economía que antes no existía y que ahorita, en este momento, se está dando”,-dijo.
Agregó que sectores como el restaurantero, el hospitalario y el de las farmacias se ven favorecidos por la retención de las divisas que antes se iban en las compras que hacían los fronterizos en los Estados Unidos.