Por Pegaso
¿Ven? No me equivoqué.
Lo dije meses atrás en exclusiva mundial: El Innombrable, desde su campaña para Senador y luego para Gobernador, tuvo tratos con los Carmona, reyes del guachicoleo.
Ellos financiaron parte de su campaña política y a mediación del sexenio, los Carmona cambiaron de bando y se fueron con los de MORENA.
Esto no solo lo dije yo en su momento, sino que ahora lo están diciendo analistas políticos tan respetados como el maestro J. Guadalupe Díaz Martínez.
En su columna de ayer, el connotado periodista editorializa: “Cabeza o Carmona, ¿quién traicionó?”, y luego analiza: “Se dijo entonces que los Carmona Angulo quisieron más contratos a bajo precio y el mayor de la dinastía cabezona, José Manuel no aceptó: “Pagan el 30% de rigor o no hay trato” y se rompió la relación.
Pero, ya se sabe que para un corrupto de esa calaña nunca es suficiente y quisieron seguir ordeñando a su patrocinado quien resistía el chantaje de los Carmona: Sigues jalando o nos cambiamos de bando”.
La columna completa pueden leerla aquí mismo, en la sección de columnistas invitados.
Siempre he dicho que no soy pitoniso, oraculero, arúspice, adivino o vate, pero hay algunas cosas que salen ciertas, como el ya referido trato con los Carmona y la posterior traición de estos.
Lo curioso de todo es que el propio Innombrable utilizó a sus ex patrocinadores como arma política contra el entonces candidato de MORENA, Américo Villarreal Anaya y nadie decía o se atrevía a decir que él mismo había estado “carmonizado” durante varios años, hasta que se dio la traición.
Pero ya dejemos ese tema y vámonos a cosas más amables.
-Le dice un hombre a su mujer: María, dicen que tú me estás traicionando con el filósofo del pueblo. Y le contesta la tal María: Esas son simples falacias, Pedro; solo falacias.
-Una vecina a otra: Quiero decirte, Romualda, que es increíble el parecido que tiene tu hijo con su padre. Y Romualda contesta: ¡Shhhh! Habla más bajo que mi marido está en casa.
-Pues ya he conseguido que mi novio me hable de matrimonio, después de haber salido con él por seis años. -¡Ah! ¿Sí? ¿Y qué te dijo? –Que tiene esposa y tres hijos.
-Un par de amigos tomaban cerveza en un bar y de pronto uno le dice al otro: El otro día tu mujer me contó un chiste tan bueno, que hasta me caí de la cama.
-¿Ya te enteraste de la desgracia que le ocurrió a Juan? –No. ¿Qué fue lo que le pasó? –Pues casi nada: Se fugó con mi esposa.
-A ver, Pepito, defíneme la palabra descanso,-le pregunta la maestra al precoz infante. –Pero, maestra, es que no sé lo que es eso. –Te voy a dar una pista: ¿Qué hace tu papá después de trabajar? -¿Eso es lo que mi mamá quisiera saber!
-¿Cuál es el colmo de una florista? Que se llame Margarita y que el imbécil de su novio la deje plantada.
-Una abnegada esposa le dice a su cónyuge: Pepe, ¿te has fijado que el vecino besa a su mujer siempre que se va al trabajo? ¿Por qué no haces lo mismo? Le contesta el botarate: ¿En serio no te importa que yo bese a la vecina?
-Un gallego viaja a Japón, y como allá la tecnología está muy adelantada, se compra unas novedosas gafas de Rayos X que permiten ver a través de la ropa.
Sin aguantar las ganas de probarlas, se las pone en la calle y, efectivamente, ve a la gente en pelotas cuando se las pone y vestida cuando se las quita.
Se las pone, sin ropa, se las quita, con ropa, se las pone, sin ropa, se las quita, con ropa.
Y así anduvo durante todo el viaje, hasta que llega a su casa y quiso sorprender a su mujer. Se puso las gafas, entra a la recámara y está su esposa con su mejor amigo, completamente desnudos.
Entonces, se quita las gafas y seguían en cueros: Se las pone, desnudos, se las quita, desnudos, se las pone, desnudos, se las quita, desnudos… -¡Joder!-dice el cornúpeta-. Ya no funcionan estos lentes. ¡Y tan caros que me costaron!
Y colorín, colorado, esta columna se ha acabado.
Viene el refrán estilo Pegaso: “Mayor cantidad de embestidas proporciona la inanición”. (Más cornadas da el hambre).