Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Tiliches

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Por Pegaso


“Los Tres Pacos”, conocidos también como “Los Tres Cochinitos” (Práctico-Cabeza de Vaca, Flautista-García Juárez y Violinista-Aragonés), ya están preparando sus tiliches para dejar las oficinas que ocuparon durante seis largos años en Palacio de Gobierno.

Se irán con el rabo entre las patas, porque robaron a manos llenas.

Práctico se sirvió con la cuchara grande… qué digo con la cuchara grande, ¡con el cucharón, con la pala, con la retroexcavadora!, el bárbaro.

A los otros dos cochinitos solo les tocaron las sobras, pero aún así, se van cuajados.

Dicen quienes saben, que no se irán invictos porque hay una serie de pendientes que deben cubrir, si no, cuando salgan van a tener una laaaarga fila de cobradores.

No sé si a Prácti…, perdón, al gobernador se le permitirá terminar su sexenio antes de poner pies en polvorosa, porque una vez sin fuero, le va a caer la quebradora, la doble Nelson invertida y la urracarrana.

Por lo pronto, los que ansían verlo tras las rejas, con su trajecito numerado, ya empezaron a hacer “memes” y a sacar “fake news” de la supuesta orden de aprehensión lograda por la Fiscalía General de la República.

Lo que dudo es que vaya a salir completamente exonerado. Por lo menos una buena abollada sí le van a dar, porque hay dos cosas en la vida que no se pueden ocultar: Lo pendejo y los billetes.

Y claro, por ahí le han sacado a Cabeza de Vaca que tiene más ranchos que Rockefeller y más lana que el príncipe de Dubai.

Recuerdo cuando en los noventa empezaba su carrera política. En aquel entonces, vendía chamoyadas en un localito de la colonia Jardín.

Después, casó con muchacha rica, pero su suegro nunca lo quiso, así que tuvo que abrirse camino en la política, copiándose un logotipo de su marca favorita de pantalones: Sergio Valente, muy de moda en aquella época.

Gracias a su buena suerte o que a Francisco le tocaba, como dice el corrido, pudo ser diputado federal, presidente municipal de Reynosa, senador y finalmente, Gobernador de Tamaulipas.

Aunque sus malquerientes siempre le sacaron aquella travesurilla de juventud cuando tomó prestada un arma de un carro que estaba estacionado en un centro comercial de McAllen, lo cierto es que Francisco pintaba para algo mejor.

Durante su campaña para gobernador superó fácilmente al tibio oponente que le puso enfrente el PRI, Baltazar Hinojosa Ochoa.

En los mítines masivos que hacía, la gente se quedaba escuchándolo hasta el final, gracias a una encendida retórica, mientras que en los de Balta, a mitad del evento empezaban a retirarse.

Y decía siempre: “Ni me doblo, ni me vendo”, “Son malos para gobernar”, “De que se van, se van”.

A final de cuentas, ni se dobló ni se vendió, pero sí salió malo para gobernar, y conforme transcurrió su sexenio se fue torciendo hasta llegar a ser irreconocible.

Si sale bien librado de las acusaciones de la FGR, terminará su período y se irá a sus ranchos a gozar de la enorme fortuna amasada gracias al poder y de ahí, segurito que buscará ser candidato de su partido a la Presidencia de la República.

De lo contrario, si finalmente la Fiscalía obtiene la orden de aprehensión, como muchos anhelan, su futuro será incierto.

Viene el refrán estilo Pegaso: “El disco metálico con valor intrínseco permanece en el éter”. (La moneda está en el aire).