Por Pegaso
Un año y cuatro meses.
Ese es el plazo fatal que tiene Mr. Frank Cowhead para preparar sus tiliches, antes de que le caiga la quebradora, la hurracarrana y la doble Nelson.
Me decía ayer un apreciado amigo que este es el momento justo en el que Cowhead debe pensarlo mejor y renunciar al cargo para enfrentar las acusaciones que tiene en su contra de lavado de dinero, defraudación fiscal y manejo ilícito de recursos.
Si se da el caso, dejaría al frente de Mataulipas a una persona de su entera confianza que pueda terminar el sexenio sin pena ni gloria.
Un segundo camino sería el que parece que va a tomar: Afianzarse al puesto, atrincherarse en él y soportar los vendavales de la 4T durante el tiempo que le queda.
Pero hay una tercera opción: La desaparición de poderes.
Luego que la mayoría del Congreso del Estado, bajo su control, por supuesto, aprobó modificaciones a la Constitución Política de Mataulipas para que la próxima legislatura no pueda tocarle un pelo durante el período en el que aún tendrá fuero, el Senado de la República se prepara para la desaparición de poderes.
Dicen que a problemas grandes, soluciones extremas y es lo que el Senado, manipulado por el Pejidente ALMO, pretende hacer ahora.
Y mientras que los niveles federal y estatal miden fuerzas, los daños colaterales empiezan a sentirse.
La Diputada Local electa, Magaly Deándar, en un comunicado de prensa, destaca su rechazo a las triquiñuelas empleadas por el Congreso del Estado para mantener el fuero del Gobernador Cowhead y lo relaciona con los sucesos violentos de Reynosa.
“Tal pareciera que se aprovechan de esta situación usándola como cortina de humo para realizar sus propósitos”,-dice la heredera de la dinastía Deándar, propietaria del periódico El Mañana.
De una manera o de otra, ya sea que se aferre a la gubernatura o se dé la desaparición de poderes, el plazo fatal de un año y cuatro meses está vigente.
Bien haría Cowhead en pensar a dónde podrá depositar el multimillonario caudal de recursos monetarios provenientes de su sueldo de Gobernador, ganados gracias a su esfuerzo y entrega a las causas más nobles de Mataulipas. (Nota de la Redacción: Nótese la ironía fina empleada por el autor en esta frase).
Ya sea que pierda el fuero o que el Senado le haga manita de puerco, Cowhead debe necesariamente preparar sus tiliches ¡pero ya!
Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “¡De que partirán, partirán!¡De que partirán, partirán!” (¡De que se van, se van!¡De que se van, se van!)