Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Pueblo

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Por Pegaso

Habló el pueblo:” ¡Queremos que siga la transformación del país!”

No hubo sorpresas. Desde mucho, mucho tiempo antes, la mayoría de las encuestas daban una holgada ventaja a la candidata oficialista a la Presidencia de la República Claudia Sheinbaum sobre la opositora Xóchitl Gálvez.

Desde entonces, ya sabíamos que México tendría una mujer Presidenta para el período 2024-2030, claro, al menos que Maynez se hubiera puesto un tutú y unas mallitas de color fiucha, porque recordemos aquel tema de la autopercepción, tan de moda hoy en día.

Ocurrió lo que ocurrió. Ya no hay vuelta atrás. Con tal ventaja, mal haría la oposición en querer judicializar o tan siquiera pedir el consabido “¡Voto por voto, casilla por casilla!”

No. Eso está de más. El pueblo así lo quiso.

No lanzaré en esta columna anatemas, dicterios, infundios o chanzas en contra de quien nos va a gobernar por los siguientes seis años.

Como ocurrió con el cabecita de algodón, también conocido como #YaSabenQuien o “El Rorro de Macuspana”, démosle el año de gracia y después veremos.

Claudia tomará un país ensangrentado. Yo creo que si se pudiera tomar con las manos y apretarlo, saltarían borbotones de sangre, más o menos como le hacíamos cuando agarrábamos la revista “Alarma!” en aquellos viejos tiempos.

También heredará un país dividido, con una tremenda crisis de identidad. ¿Quiénes somos? ¿Un país que aspira a salir adelante y competir con las grandes potencias del mundo o un país de conformistas?

El mexicano, está dispuesto a vivir con un solo par de zapatos, un pantalón y una camisa. Así lo quiso cuando mayoritariamente emitió su voto por el continuismo.

Ojalá me equivoque. Ojalá que dentro de seis años, cuando Claudia entregue la Presidencia a su sucesor o sucesora, ya seamos un país de primer mundo, con un índice de pobreza mucho menor al actual, con un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, con la gasolina rondando los 10 pesos por litro, con una inflación controlada y con una población que reciba mucho, mucho dinero sin trabajar de parte del gobierno federal.

Queda pendiente de ver cómo enfrentará Claudia Sheinbaum el tema de la violencia. ¿Combatirá a los malos? ¿Los apapachará? ¿Los ignorará? ¿Bajará el índice de muertes violentas en el país?

Son las grandes incógnitas de este nuevo gobierno que empezará a partir del primero de octubre de este año.

No hablaré de las profecías de Los Simpsons o Mohny Vidente, porque de los primeros, cualquier pinchurrienta inteligencia artificial puede sacarnos una caricatura de ese estilo con la figura de Claudia o de cualquier otro candidato con la banda presidencial.

Del segundo, pues solo se limitó a ver las estadísticas que desde el 2021 circulaban a favor de la entonces “corcholata plus”, quien siempre estuvo respaldada por la fuerte popularidad de #YaSabenQuien.

En fin. Que todo sea para bien. Nadie en México quiere un socialismo como el de Cuba o Venezuela. Lo que quiere la gente es que le sigan aventando lana. Con eso se garantiza el voto por secula seculorum.

Viene el refrán estilo Pegaso: “A pésima zancada, proporcionarle urgencia”. (Al mal paso, darle prisa).