Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Payasadas

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Por Pegaso

A continuación les presento a mis dos o tres lectores un sabroso recopilatorio de chistes de payasos. Quien no guste de este tipo de bromas, burlas, ocurrencias, chazas, chascarrillos, chirigotas, chuscadas, gracejadas, agudezas, ingeniosidades o sutilezas, sáltese hasta donde dice: “¡Pues búscate un payaso ninja!”

Empezamos con un chistorete cruel:

En un avión que sobrevuela la selva de África va un clown, un payaso. El resto de los pasajeros eran personas comunes y corrientes.

Pero la nave pasó por una zona de tormenta y un rayo impactó el motor. El capitán les pide que se abrochen sus cinturones porque deberán hacer un aterrizaje forzoso.

El avión se va en picada y todos sus ocupantes mueren.

Cerca del lugar del impacto había una tribu caníbal. Al escuchar el estruendo, el jefe Motolongo va a toda prisa, rodeado de sus principales guerreros.

Llegan al avión y lo que ven los deja boquiabiertos: “¡Yummmy!¡Buffete!”-dice el jefe.

Total, se llevan a todos y esa noche en la tribu hay una gran pachanga.

Preparan el banquete, pero al payaso lo dejan al último porque su aspecto les causa algo de desconfianza.

Total, al jefe le quedó algo de hambre y ordena que le preparen al clown. El chef lo sazona y lo aliña para ofrecérselo al mandamás, y este lo engulle con fruición.

Al terminar, el chef le pregunta: “Y bueno, gran jefe Motolongo, ¿qué parecerle este platillo?

Y el jefe le responde: “¡Saber medio chistoso!”

-¡Doctor, doctor! Fíjese que todo mundo se ríe de mí.

-¡Pues hágase payaso!

Un payaso va con su novia por la calle y esta le dice de pronto: “Quiero decirte una cosa, Piolincito. Lo nuestro es imposible. Tú sabes que lo que busco es una relación seria”.

Un payaso entra a una pastelería y pide un kilo de crema.

-¿Se la pongo en un envase de plástico?-le pregunta el dependiente.

-¡No! Me la llevo puesta,-contesta el badulaque.

Después de la escuela llega un niño a su casa y le dice a su papá:

-¡Papá, papá! En la escuela dicen que soy un payaso.

-¿Pero cherá pochible? ¿Quién ech el que diche echo! ¡Jo, jo, joooo!

El malabarista del circo está perdidamente enamorado de la contorsionista. Un día se decide a declararle su amor:

-Me gustas mucho, Candidia, ¿quieres ser mi novia?

-No puedo. Ya estoy comprometida.

-Y tu novio, ¿es celoso?

-No, es el payaso.

El corazón de una mujer es igual a un circo: Siempre tiene lugar para un payaso más.

Están dos mujeres conversando en el café. Una de ellas le dice a la otra:

-Pues a mí me gustaría encontrar a un hombre que me haga reir y que además, me proteja.

A lo que su amiga contesta: “¡Pues búscate un payaso ninja!”