Por Pegaso
“Lo bueno no se cuenta, pero cuenta mucho”, como decía el buen Quiquín Peña Nieto (Henry Hillrock Grandchild, en inglés).
Algunos amigos me han dicho: “Oye, Pegaso, ¿por qué nada más criticas a Cabeza de Vaca?¿Por qué no dices también las cosas buenas que ha hecho el señor para esta ciudad?”
Y yo, bien educadito como soy, les contesto: “Claro que sí. La Administración de Cabeza de Vaca también ha hecho cosas buenas… con el correspondiente moche del 50% a que están obligados los contratistas a entregar a su hermano Ismael, pero bueno, sí ha hecho algo por su ciudad natal”.
He aquí un pequeño catálogo, esperando que no se me olvide alguna obra de importancia:
1.- El Centro de Convenciones o Expo Tam. Con capacidad para más de 2 mil personas, esta obra faraónica está en calidad de elefante blanco. Subutilizada por falta de eventos de nivel, tan solo el mantenimiento representa una cuantiosa erogación para las arcas del Gobierno del Estado.
Estaba previsto para ser la sede de la Feria y Exposición de Reynosa, pero por temas de política, el Gobierno del Estado organizó por su lado un deslucido evento que no tuvo nada que ver con la tradicional celebración donde los ciudadanos iban a divertirse sanamente, hasta que un grupo de la delincuencia organizada acabó con el cantante Valentín Elizalde y la feria, tal como era, se canceló para siempre.
Fuera de eso, solo algunos actos políticos y una exhibición de dinosaurios han tenido como sede ese inútil armatoste.
2.- El Puente de la Cobra. Nadie se explica para qué sirve ese puente. Bien pudo no haberse construido y ahorrado muchos millones de pesos. Luego de su inauguración, en el primer ventarrón se volaron algunas láminas de la capucha que parece una cobra. El feo adorno que tiene ese puente refleja la mala calidad de su manufactura.
Se supone que formaba parte de todo un complejo vial que se extendería a por lo menos dos o tres kilómetros más adelante por el bulevar Hidalgo. A la fecha, un tramo de ese mismo bulevar, a la altura del hotel Stay Inn, entorpece la circulación vial y no tiene para cuando acabar. En ese lugar se iba a ampliar el camellón central para hermosear la entrada a la ciudad. (Ver la foto que acompaña este artículo, que es como se supone que iba a quedar el bulevar Hidalgo).
3.- Los arcos sobre el puente Anzaldúas. No se sabe cuál es la fijación del gobernador con las figuras de arcos que, para algunos, semejan cuernos, como su logotipo. Sobre cuatro de los puentes que cruzan el canal Anzaldúas, se construyeron estructuras metálicas que por la noche brillan con bonitos colores fluorescentes, y son la delicia de teporochos y trasnochadores.
Costaron alrededor de 12 millones de pesos. Son ocho estructuras, dos en cada puente, así que cada una tuvo un costo de 1.5 millones de pesos.
4.- El Cuartel General de la Policía Estatal. Un edificio construido sobre el Libramiento Sur II, -a unos 15 kilómetros del centro de la ciudad- para hospedar a los policías estatales. Anteriormente, los elementos estatales se hospedaban en hoteles de la ciudad, pero fueron reubicados porque los dueños ya les estaban cobrando por todo el tiempo que estuvieron ocupando las habitaciones.
Pero más que un cuartel, parece un penal de alta seguridad. Ya hasta le dicen el Almoloya de Reynosa.
5.- El C-5. Un centro de inteligencia que le sirve al gobernador para espiar a sus enemigos políticos, no tanto para saber los movimientos de la delincuencia.
Hay cientos, no, menos… miles de cámaras en negocios y puntos estratégicos de la ciudad conectados al C-5. Es como un panóptico desde donde se puede mirar casi a todos los ciudadanos.
Forma parte de una inversión de 25 millones de pesos en infraestructura de seguridad en Tamaulipas, donde además, se contabilizan 25 estaciones Tam, que sirven también para mantener el control de las carreteras.
6.- El malecón de la laguna La Escondida. Obra que aún no está terminada y que posiblemente venga a inaugurar el propio gobernador, como una de sus últimas acciones en Reynosa.
Actualmente se trabaja a destajo para tenerla lista antes de que termine septiembre y que Cabeza de Vaca pueda pararse el cuello.
Es una bonita obra, muy original. Desde ese lugar, que será como un paseo, los reynosenses y visitantes podrán recorrer parte de la orilla de la laguna y tomarse unas morrocotudas selfies con su esposa, novia, amiga o sancha.
Fue pensado para dar más votos a la campaña del partido del gobernador, pero a final de cuentas, casi nadie se enteró de su existencia, hasta hace poco que Pegaso.press lo dio a conocer.
7.- Pavimentaciones. Varias colonias se vieron beneficiadas con pavimentaciones hidráulicas. En los últimos días, Cabeza de Vaca ha venido a Reynosa, no como lo hacía antes, invitando a toda la prensa, sino casi casi a escondidas, para tomarse la foto y decir que sí hizo obra pública.
Nuevamente aquí entra el moche del 50% para los contratistas.
¿Ven que sí hay cosas buenas que hizo para Reynosa?
Termino con el refrán estilo Pegaso: “Vivaz desde tierna edad”. (Vivillo desde chiquillo).