Por Pegaso
Se ha hecho viral en las redes sociales un “descubrimiento” que el telescopio James Webb hizo en un punto del espacio: Una gigantesca nave nodriza diez veces más grande que la tierra, la cual se acerca a más de dos millones de kilómetros por hora de velocidad.
Lo que se conoce entre los cibernautas que gustan de este tipo de mafufadas como “la nave alien nodriza”, no es más que un efecto óptico del telescopio.
Algo parecido a lo que sucedió hace poco tiempo, cuando un usuario descubrió una nave nodriza sobre Guanajuato, donde se veía una estructura circular con un tamaño de varios cientos de kilómetros de radio.
Esa “nave”, decían, fue captada por el sistema de Radares Meteorológicos.
Por unas cuantas semanas hubo revuelo y hasta preocupación por la presencia de ese tipo de tecnología alienígena, sin embargo, la agencia encargada de los Radares Meteorológicos pronto dio la explicación: Se trata de tests o pruebas que se realizan para verificar el alcance de los instrumentos de medición. Cada determinado tiempo se hace un test en algún lugar del planeta donde hay un radar meteorológico como prueba de control.
A raíz de esa explicación, ya no ha salido nada en las redes.
Igual pasará con esta “nave nodriza”. La ignorancia, o tal vez la influencia en la cultura popular de los medios de comunicación como el cine, la televisión y ahora la programación por cable, nos están haciendo ver cosas que queremos que existan.
En la serie de Netflix “El Problema de los Tres Cuerpos” (Pinyin, por su título original en chino mandarín. Estrenada 2024. Basado en una historia de Liu Cixin. Protagonistas: Eiza González, Marlo Kelly, Jess Hong, Benedict Wong y Liam Cunningham) , ocurre el contacto con una civilización extraterrestre que, se supone, fue la que nos creó a su imagen y semejanza, y que al agotarse los recursos de su planeta de origen vienen a La Tierra a exterminarnos para vivir ellos aquí.
En la serie, la nave nodriza está a 200 años de distancia y se acerca a nuestro planeta a gran velocidad. El Ser Humano se prepara con una especie de “resortera” cósmica para tratar de detener a los invasores.
Yo reclamaré el crédito de haber descubierto este nuevo tipo de contagio. Lo llamaré “El Efecto Pegaso”.
Como ha pasado con muchas otras películas y programas, la gente se deja sugestionar e imagina que ocurre en la vida real.
Pasó después de la película “La Guerra de los Mundos” (War of the Worlds, por su título en inglés. Estrenada en 2005. Director: Steven Spielberg. Protagonistas: Tom Cruise, Dakota Fanning, Justin Chatwin, Miranda Oto y Tim Robbins), cuando la gente empezó a oir y a grabar las “Trompetas del Juicio Final”, que resultó ser el sonido que producían en la película los “trípodes” invasores cuando alargaban sus tentáculos para capturar a los humanos.
Pasó con Matrix (The Matrix, por su título original en inglés. Estrenada en 1999. Director: Hermanos Wachowski. Protagonistas: Keanu Reeves, Laurence Fishburne, Carrie-Ann Moss y Hugo Weaving), donde, hasta la fecha, mucha gente cree ver “fallas en la Matrix” capturadas en video.
Ayer mismo vi una grabación que presentó nuestro “investigador” de cabecera, Jaime Maussán donde una nube circular brillante fue captada por un aficionado de Beijing, China, al estilo de lo que ocurre en la película “Día de la Independencia” (Independence Day, por su título original en inglés. Estrenada en 1996. Director: Roland Emerich. Protagonistas: Will Smith, Jeff Goldblum, Bill Pullman, Margaret Colin, Vivica A. Fox y Judd Hirsch). El “especialista” en el tema OVNI no dice que se trata de una nave extraterrestre, pero deja al espectador la pregunta: “Usted, ¿qué opina?”, lavándose las manos por si resulta que es un fenómeno natural y que no lo tachen de morboso.
Puedo citar muchos ejemplos más.
Yo tranquilizaría a todos los habitantes de La Tierra: No se dejen llevar por las opiniones de gente sin quehacer que abundan en Internet y las redes sociales en busca de más “likes” y “visitas”.
Si es cierto que el telescopio James Webb ha detectado un objeto acercándose a nuestro planeta, como es natural que ocurra, porque dentro y fuera del Sistema Solar abundan los trozos de planetas extintos en forma de asteroides, cometas y meteoritos, pronto habrá una explicación oficial.
Lo más probable es que se trate de una falla o aberración en el sistema del aparato, o algún objeto astronómico común.
Hay en la Ciencia un principio llamado De Parsimonia, también conocido como “La Navaja de Ockam” que dice: Entre dos o más explicaciones, la más sencilla casi siempre es la correcta.
Por lo demás, las versiones alarmistas solo son historias que cuentan los ignorantes para otros ignorantes.
Viene pues el refrán estilo Pegaso: “El burro rascando al burro”. (Asinus asinum fricat).