Por Pegaso
¡Paren prensas! ¡Brake News!
Se descubre la causa y origen de todo el desmadre que hay actualmente en el mundo, desde guerras, desastres naturales, fenómenos sociales como la ideología de género, el aumento de la pornografía y el renacimiento del paganismo.
En Estados Unidos hay un movimiento creciente que explica a detalle todo lo anterior y mucho más.
Dentro de poco será el punto de vista dominante, y de ahí se extenderá por todo el globo terráqueo.
-¡Pe-pe-pero a qué te estás refiriendo, Pegaso?-preguntará alguno de mis dos o tres lectores.
Hay un tipo loco llamado Jonathan Cahn que escribió un libro llamado “El Regreso de los Dioses” sobre la influencia que están teniendo los dioses antiguos en la sociedad norteamericana.
Fusionando la biblia con acontecimientos actuales, asegura que desde 1964, cuando en ese país se prohibió la oración en las escuelas públicas, se abrió la puerta para que regresaran los antiguos dioses asirios, como Baal, Astarté y Moloch, que tienen sus equivalentes en la mitología griega y romana como Ares-Marte, dios de la guerra, Afrodita-Venus, diosa del amor y la lujuria, y Febo-Apolo, dios de las bajas pasiones.
Su tesis es bien sencilla: Los norteamericanos se han alejado de Dios (con mayúscula) y han dado entrada a los dioses (con minúscula) de la antigüedad, conocidos también como demonios.
¿Por qué hay tanto crimen? Por la influencia de esos dioses del paganismo antiguo, que asún siguen vigentes.
Si no, hay que ver la película llamada “Jackson y los dioses del Olimpo” (Película estrenada en 2005. De la novela homónima de Rick Riordan).
El hijo del dios griego Poseidón conoce a otros semidioses, hijos de deidades antiguas. Y todo eso transcurre en territorio norteamericano.
Más recientemente se transmitió una serie de televisión llamada Dioses Maericanos (American Gods, por su nombre en inglés). La primera temporada se emitió en junio del 2017 y parte de un libro del mismo título de Neil Gainman.
En los últimos años se han multiplicado los libros, películas y series televisivas tratando de contestar la pregunta: ¿Qué pasaría si los dioses antiguos vinieran al mundo moderno y se mezclaran con los seres humanos?
Al ver la serie Lucifer, los autores sugieren que en realidad, el diablo no era el malo, sino Dios, por haberlo condenado a reinar en el infierno por toda la eternidad.
Sin embargo, el chamuco decide tomarse unas vacaciones y se va a Los Ángeles, donde toma el nombre de Lucifer Estrella de la Mañana o Lucifer Morningstar.
Todo eso se los digo para que no se asombren cuando empiece a cundir por todo el mundo la idea de que los viejos dioses ya están entre nosotros, vivitos y coleando, y que son los causantes de todas las desgracias y barbaridades que están pasando.
En algunas iglesias ya se está difundiendo, e incluso los pastores lo toman al pie de la letra.
Que si la población continúa con sus hábitos actuales, abrirán la puerta a los demonios y al paganismo, iniciándose de esa manera el fin de los tiempos,-aseguran.
Ya no nos basta pensar que hemos creado nuestro propio universo de dioses: Superman, Batman, Spiderman, Thor, Ironman, Hulk, Dr. Strange, la Bruja Escarlata, Capitana Marvel y tantos otros.
Ahora queremos tenerlos con nosotros de carne y hueso.
¿Y qué si en realidad los dioses de la antigüedad son los OVNIs de la actualidad? ¡Pamplinas!
Son ideas de personas que tienen mucha imaginación y que nos quieren tapar los ojos con historias fantásticas para que no veamos lo que en realidad está pasando: Que los propios seres humanos nos estamos acabando al planeta y que cada vez estamos más cerca de una catástrofe global.
LA FALLA DE ANDRÉS: Querer imponer a chaleco los socialistoides y fascistoides libros de texto en las escuelas del país.
Viene el refrán estilo Pegaso: “La deidad constriñe, más no estrangula”. (Dios aprieta, pero no ahorca).