Por Pegaso
La controversia del día es el menú que ofreció #YaSabenQuien a youtuberos en Palacio Nacional: Huevos revueltos con jamón en una caja de unicel, una telera y un vasito desechable con café.
El Encuentro Continental de Periodistas Independientes (nótese que ya se les está dando la categoría de periodistas a los influencers) aglutinó a un abigarrado grupo de personas de varios países, quienes corearon aquella consigna de: “¡Es un honor, estar con #YSQ!”
El frugal almuerzo que ofreció el Cabecita de Algodón en su humilde palacio fue muy modesto. Es más, yo creo que se pasó de modesto, tal vez para demostrar al mundo entero que su gobierno fue austero hasta el último momento.
Lo que seguía para abajo era haberles dado unos frijoles en bola con su chile de amor (de a mordida) y su chesco.
Fue -¿cómo lo diré sin que parezca ofensa?- algo parecido a lo que se da a los acarreados durante los mítines políticos: Una torta o un sándwich con una rodaja de jamón casi, casi transparente y un refresco de lata.
La discusión surge cuando el Tícher Tópez Lóriga publicó en su programa sobre lo miserable del desayuno ofrecido a los influencers.
Eso provocó la ira del Pejidente y posteriormente, la reacción del Tícher diciendo que tenía mello, como Chiquidrácula, porque todos los chairos y miembros de la delincuencia organizada se le van a ir a la yugular, a él y a su familia.
Mi recomendación para Tópez Lóriga, Loret de Mula, Adela Michua, Feliz de Com, Brozo, el Payaso Cochambroso y todos los que han atacado a #YSQ a lo largo de su gobierno, es que mejor se queden calladitos, porque así se ven más bonitos.
Todos ellos tuvieron su época de oro con los corruptos gobiernos del PRI.
De repente salió una figura de la oposición, como AMLO, que es más terco que una mula, más lampareado que un coyote y más resbaloso que una anguila, y todos ellos lo atacaron, lo satanizaron y lo lapidaron, por consignas del poder.
Durante décadas hicieron fortuna. En cada elección cumplían su función de manipular a las masas, obteniendo a cambio ganancias estratosféricas, gracias a los poderosos medios de comunicación de aquel entonces, como Telerrisa y TeleAztuerca.
Pero nunca pensaron que iba a venir otro más gandalla, experto en seducir a las mismas masas y aprovechar los abusos sin control del viejo régimen, para voltearles al pueblo y armar su propio sistema de gobierno.
Total: Si ya hiciste mucha lana y llega al poder alguien que no te es favorable, retírate un tiempo a vivir de lo que te ganaste, bien o mal habido, hasta que las condiciones vuelvan nuevamente a ser favorables. O simplemente, hacer periodismo objetivo, sin verse demasiado obvios.
¡Pero no! Tuvieron que declararle la guerra al nuevo régimen, con las consecuencias que ya todos conocemos.
La polémica sobre el desayuno miserable de ALMO es un capítulo más de la historia de venganza contra los medios y periodistas que durante toda su carrera política le han puesto piedritas en los zapatos.
Pero por unos la llevamos todos, y hoy en día el oficio de periodista se ha vuelto más peligroso, aún si somos unos modestos reporteros de a pie de la provincia.
Por eso, viene el refrán estilo Pegaso, en homenaje al Gordo Elías: “En esta ubicación, quien no se precipita, se desliza”. (Aquí, el que no cae, resbala).