Por Pegaso
Muy pocos lo saben, pero Kalimán, el héroe mexicano más grande, les pateó el trasero a Hulk, al Hombre Araña y a Thor juntos.
¿Por qué ocurrió eso?
Bueno. La empresa Marvel, que en aquellos tiempos ya producía películas, revistas y programas de televisión de superhéroes tuvo la gran ocurrencia de demandar por el uso del epíteto: “El Hombre Increíble”.
Tras un juicio que se realizó en territorio gringo, finalmente los creadores de Kalimán obtuvieron el derecho de usar dicha frase, dejando con la boca abierta a Hulk, cuyo título en inglés era y sigue siendo: “The Incredible Hulk”, lo que se traduce literalmente como “El casco increíble” y no como “El Hombre Increíble”.
Total, Kalimán obtuvo un sonado triunfo frente a Marvel, allá, por la década de los sesenta.
Recordemos que en México y América Latina, la revista en color sepia que se vendía cada semana tenía un tiraje de varias decenas de millones de ejemplares, algo que ni siquiera imaginaban Supermán, Tarzán o Spiderman.
Yo la leía cada semana en un puestecito de renta de revistas que estaba por la calle Iturbide. Antes de ir a la secundaria, llegaba a ese lugar, que era atendido por un viejito avinagrado. Pagaba veinte centavos y podía leer la revista tranquilamente.
De las series que más me gustaron están “El Viaje Fantástico”, “Cerebros Infernales”, “El Dragón Rojo”, “El Ojo de Satán”, “Las Panteras de Estambul” y “La Bruja Blanca”.
En total, salieron 1,351 números consecutivos durante 26 años, desde 1965 hasta 1991, si mal no recuerdo. Posteriormente hubo reimpresiones a color y en miniformato.
Aunque el superhéroe se dio a conocer primero en las series de aventuras radiofónicas.
La voz la hacía el ya fallecido locutor y comediante Luis Manuel Pelayo, a quien nunca se le dio el debido crédito, porque en la presentación siempre decían: “E interpretando a Kalimán, el propio Kalimán”.
Misma tónica que continuó con la primera película, llamada “Profanadores de Tumbas” y ambientada en Egipto.
Ahí, Pelayo comienza con la siguiente frase: “Yo, Kalimán, autorrrizo al joven actorrr Jeef Cooperrr…) donde, supuestamente, el histrión de origen canadiense también se dedicaba en la vida real al estudio de la mente humana y al perfeccionamiento del cuerpo, cosa que era completamente falsa.
Pero bueno. Dentro de las anécdotas que hay alrededor del personaje, se tiene registro de que en algunas de sus aventuras Kalimán se enfrentaba directamente con personajes de Marvel, como “Galactus”, como el “Dr. Doom” y como “La Mole”.
Ahí se ve. En ejemplares de aquella época, “El Hombre Increíble” lucha contra esos personajes, solo que llevan otros nombres. Creo que fue como parte del mismo proceso legal por presunto plagio que Marvel presentó contra contra los creadores de Kalimán.
Durante mucho tiempo me he quebrado la cabeza preguntándome por qué diablos la industria cinematográfica de Holiwood no ha incluido a un héroe tan poderoso como Kalimán para una superproducción, con efectos especiales de la actualidad.
Y la respuesta que encuentro es que los estudios Marvel no quieren ni acordarse de la chinga que les acomodó el héroe mexicano.
Luego, entonces, yo le diría a los ejecutivos de la competencia, es decir, DC Comics, que adoptaran este personaje para traerlo a la pantalla grande, donde nos muestren algunas de sus más sonadas aventuras.
Les aseguro que tendrían para diez o más secuelas, porque el universo creado alrededor de Kalimán por Rafael Cutberto Navarro y Modesto Vázquez González es mucho más amplio que el de DC y Marvel juntos.
Así como DC juntó a Supermán con Shazám, igualmente en alguna futura película podríamos ver a “El Hombre de Acero” junto a “El Hombre Increíble” luchando juntos contra las fuerzas del mal.
Viene el refrán estilo Pegaso, cortesía de Kalimán: “No existe energía más potente que la psique humana, y el individuo que mantenga mayor control sobre la psique, dominará la totalidad de las cosas”. (No hay fuerrrza más poderrrosa que la mente humana, y quien domina la mente lo domina todo).