Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Intervencionismo

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Por Pegaso


Se ha hecho muy común entre los congresistas de extrema derecha de Gringolandia, amenazar con intervenir mediante el ejército de su país para combatir en nuestro territorio a los cárteles de la droga, a los que llaman narco terroristas.

Ha sido viril la respuesta de nuestro Pejidente al negarse a todo aquello que pueda oler a intervencionismo.

¡Nooo!¡Claro que no! ¡Ningún país puede llegar como Pedro por su casa con armamento y todo su aparato bélico! ¡Ningún ejército extranjero va a manchar nuestra independencia y libertad!

Para eso tenemos nuestros propios ejércitos: El oficial, compuesto por La Marina, la Fuerza Aérea y el Ejército, y como chorromil ejércitos de la Delincuencia Organizada armados hasta los dientes.

¡Hay que defender lo nuestro! Nadie va a venir a echarles misiles por las ventanas ¡Ah, qué pus qué!

¿Qué se han creído esos pinches güeros cara de nalga?

Benito Juárez defendió a capa y espada la soberanía nacional al pronunciar aquella histórica frase: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Y con ello, se ganó a pulso el título de “Benemérito de las Américas”, que quiere decir “aquel que merece el mérito o el reconocimiento”, y cuya etimología viene de bonus-bueno, y meritus-virtud.

Loor a nuestro nuevo benemérito, que defiende al país de cualquier intento intervencionista..

Tiene toda la razón al decir que los malvados congresistas gringos están más deschavetados que Chente Fox, que deben meterse en sus propios asuntos antes que mandar militares a Mexicalpan de las Tunas.

¡No! Nosotros estamos felices con nuestros narcos, que son rete simpáticos y buena onda.

Es cierto que envían mucho fentanilo y otras drogas a Gringolandia, pero la culpa la tienen ellos, porque consumen enervantes desde que están en el vientre materno hasta que los están cafeteando.

¡Primero arreglen su consumo doméstico y después piensen en meterse con otros países!

¡Pus estos!

Además, los gúerejos tienen más culpa aún, porque gracias a que venden armas libremente hasta en las tienditas de la esquina, es que nuestros sufridos sicarios pueden proveerse de todo el arsenal que requieren para continuar con su loable labor, mucho mejores que las “mini mi” que usa nuestro Glorioso Ejército Mexicano.

¡Que no le muevan, porque se les arranca!

O qué, ¿piensan que nos vamos a quedar cruzados de brazos si entran con sus tanquezotes, sus avionzotes, sus misiles, sus submarinos y sus ametralladoras de última generación?

¡Nos la pelan!

Gracias a la intachable postura de nuestro Pejidente, todos como uno solo responderemos a su llamado y echaremos a los invasores a patadas.

Aquí, en Reynosa, ya estamos preparados. A cualquier pelos de elote que vengan con actitud hostil le echaremos a los agentes de tránsito del Comandante Pañales para que se vayan a echar pulgas a otra parte.

¡Loor al Jefe Supremo de nuestras Fuerzas Armadas, oficiales y no oficiales!

Ni Hidalgo, ni Morelos, ni Cuauhtémoc, ni Juárez, ni López de Santa Anna tenían la mitad de su gallardía.

Que no nos preocupe llegar a perder otra parte de la mitad del territorio nacional como resultado de una nueva intervención.

Yo ya me estoy preparando. Me estoy informando cómo podré sacar mi green card, cuando todo este territorio sea pocho, en un lejanísimo caso de que llegue a ocurrir tal anexión.

Mientras tanto, los dejo con el refrán estilo Pegaso, inspirado en el más elevado sentido nacionalista: “¡Disfrute la República Mexicana el flujo vital, machos cabríos!” (¡Viva México, cabrones!)