Por Pegaso
El Humanismo es la doctrina que coloca al Ser Humano como parte central del mundo que nos rodea.
En los albores de la Humanidad, cuando el hombre empezó a darse cuenta de que había fenómenos naturales que estaban más allá de su control y entendimiento, atribuyó esos mismos fenómenos a entes intangibles. De esa manera nació el ANIMISMO, como una primitiva forma de religión.
Más tarde, cuando se organizó en sociedades, labró maderos o esculpió piedras con las supuestas figuras de dichos seres o deidades que se movían en el mundo espiritual: Nació el TOTEMISMO.
Durante muchos siglos los dioses fueron el centro del universo y había un pacto entre ellos y los hombres: Éstos les entregaban sacrificios y ofrendas, y aquellos los proveían de lluvia y buen clima para sus cultivos y crianza de animales.
A esto se le conoce como “El Pacto Agrícola”, según el historiador Yuval Noah Harari, autor de grandes best sellers, como “Homo deus” y “Sapiens: De animales a dioses”.
Durante la Iluminación, es decir, cuando el hombre comenzó a conocer más el funcionamiento de la Naturaleza y empezó a encontrar leyes y principios que la regían, el “Pacto Agrícola” terminó y dio inicio a lo que se conoce como HUMANISMO: El Ser Humano como centro del mundo.
Tras un período de oscurantismo conocido como “La Edad Media”, hubo pensadores que divergieron en cuanto a cuál debía ser el mejor camino para que las sociedades progresaran bajo un esquema humanista.
De esta manera surgieron tres grandes corrientes filosóficas que dieron lugar a la organización actual socio-política-económica:
-El Humanismo Social o Socialismo, impulsado por las ideas de Carlos Marx y puestas en práctica en la extinta Unión Soviética por Lenin y Stalin, y en China por Mao Tse Tung. Si bien, tiene como centro al Ser Humano, señala que el hombre no debe ser explotado por el hombre, que éste es el dueño de los medios de producción y el Estado es solo un garante de que las riquezas se repartan entre todos por igual.
-El Humanismo Evolutivo, bajo los conceptos de Nietzche, inspiraron el movimiento Nazi en la Alemania de entreguerras y en Italia al Fascismo. Nietzche pensaba en el super hombre como consecuencia de una limpieza étnica, donde el Estado debía deshacerse de los débiles para que solo quedaran los fuertes y los más aptos.
-El Humanismo Liberal, Liberalismo o simplemente, Capitalismo, bajo las ideas de Adam Smith y John Locke, defiende la libre empresa, la propiedad privada de los medios de producción y la libertad del mercado. También concede importancia a la iniciativa y a los derechos propios de cada individuo.
El nazismo fue casi destruido tras la Segunda Guerra Mundial, aunque quedan rescoldos, principalmente en Estados Unidos, donde hay aún fuertes grupos supremacistas blancos que aspiran a acabar con las razas inferiores, como los negros, los chinos y los latinos.
Quedan en la balanza el Socialismo y el Capitalismo.
La Historia nos muestra que uno y otro vienen en oleadas, como la que actualmente prevalece en América Latina, donde la izquierda domina varios países, entre ellos, México.
Y si bien, nuestro país ha transitado desde la época de la Revolución por un socialismo moderado, con Carlos Salinas de Gortai nos fuimos al otro extremo, al Liberalismo rampante, donde las ambiciones de una engolosinada clase política pronto generaron un movimiento de inconformidad popular que se tradujo en el triunfo de la izquierda nominal, la que se ha mantenido hasta ahora convenientemente moderada, como lo fue en su momento el PRI de Lázaro Cárdenas hasta llegar al sexenio de Luis Echeverría.
Aportación cultural de su humilde servilleta, Pegasiux de Petatiux.
Y el refrán estilo Pegaso dice así: “Individuo que desconoce el registro histórico está en riesgo de reincidir en él”. (Quien no conoce la Historia está condenado a repetirla).