Por Pegaso
Esta no es una guerra que ganará ninguno de los bandos. ¿Quién será el que apriete el botón del Apocalipsis?
Las potencias se juegan su propio cuello, porque un conflicto nuclear dejará al planeta inservible.
Si mis antenas y mi IQ no me engañan, el Nuevo Orden Mundial está a la vuelta y las nuevas entidades que dominarán al mundo no serán países, sino empresas privadas.
Sí. Las grandes compañías que dominan el mercado mundial nos salvarán de una catástrofe global, pero solo lo harán para imponer sus condiciones.
El mundo está al borde de la guerra. Es más, en los próximos meses llegaremos tan cerca, que la mayor parte de la población clamará para que los líderes de las potencias vuelvan a la cordura y cesen todo tipo de afanes intervencionistas.
Lo que se pelea aquí es el futuro. Y el futuro tiene nombres e imágenes: JPMorgan Chase, ICBC Bank of China, Apple, Amazon, Tesla, Microsoft y otras que controlan la tecnología, la salud, los recursos financieros y los recursos naturales.
Decía yo que los grandes consorcios serán los que dominen el mundo a partir de ahora. En un esquema donde lo que está en juego es el nacionalismo y el expansionismo, es mucho más práctico pensar como lo hacen las compañías: Dejar que el mercado tome las riendas.
De hecho, Rusia, aunque se dice socialista, ha tomado muchos elementos del capitalismo, y lo mismo ocurre con China. Por consiguiente, si hablamos con rigor, el Nuevo Orden Mundial ya lo tenemos encima y solo falta oficializarlo.
Total. Decía yo que no habrá guerra y ojalá tenga razón, de lo contrario, a todos nos cargará el payaso.
No tardan en aparecer los mediadores. Posiblemente Elon Musk o algún otro multimilloneta que puede agarrar a cachetadas a Putin y a Biden, porque son sus empleados.
Y entonces, el mundo verá un nuevo período de paz brindado por las corporaciones, casi casi como nos lo describe la película Resident Evil (Resident Evil, por su nombre original. Año de estreno: 2002. Director: Paul W.S. Anderson. Protagonistas: Milla Jovovich, Ali Larter, Jason O’Mara, Michelle Rodríguez y Colin Salmon), donde la Corporación Umbrella controla la mayor parte del mundo desde Raccon City. De esa manera, un experimento se le sale de control y empieza una pandemia de zombies que acaban con casi toda la Humanidad.
Yo espero que no tengamos una Corporación Umbrella en puerta, sino que, efectivamente, las poderosas empresas mundiales intervengan favorablemente para parar toda esta locura.
También me queda claro que eso de que algunos militares y miembros de la inteligencia de Estados Unidos juran y perjuran ante el Congreso que su gobierno mantiene naves y restos de cuerpos alienígenas, es solamente una gran, gran cortina de humo para tapar lo que se está cocinando en las más altas cúpulas del poder.
Porque si no es así, ni el Chapulín Colorado podrá salvarnos, ni Supermán, ni Kalimán, ni el Hombre Araña ni Hulk…
Si Putin y Biden leen esta colaboración, solo quiero decirles lo siguiente: ¡Ya cálmense, cabrones! Mejor échense un bolado a ver quién se queda con Ucrania y dejen de estar poniendo en riesgo la paz del mundo.
Por eso mejor aquí nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “¡Absténganse de silvarla, que es vocalizada!” (¡No la chiflen, que es cantada!)