Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Guacarrock

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Por Pegaso


Cotorreando el otro día con la leyenda del rock de Reynosa, Wayo Roux acerca del estilo peculiar de cantar que tiene Alex Lora, le hacía yo la observación que ese tipo de rolas están clasificadas dentro de lo que se conoce comúnmente como “guacarrock”, un rock mexicano de la naquiza.

El principal exponente de este género ¿artístico? es el conjunto denominado “Botellita de Jerez”, cuya discografía incluye algunas perlas de sabiduría como ¡Abuelita de Batman!, Alármala de tos, Guacarrock de la Malinche, Niña de mis ojos, Guacarrock del Santo, No Pinches Mames y ¿Ton’s qué, mi reina?

Ton’s qué, ton’s qué mi reina/

¿A qué hora sales por el pan?/

Ton’s qué, ton’s qué mi reina/

cada que llego se van,/

¡Güerita color de llanta, aquí está tu rin cromado!/

Esa es una muestra de la lírica del guacarrock, el rock que le encanta a la raza mahuacatera.

Otro gran intérprete es, precisamente, nuestro buen amigo Alex Lora.

Con su voz aguardentosa y su figura escuálida, ha sido durante muchos años la figura indiscutible del rock mexicano.

En la rola llamada “Todo me sale mal”, relata las experiencias de un don nadie, de un perdedor e inútil que no puede hacer nada bien.

Y al llegar a la parte romántica, como él dice, canta lo siguiente:

Si me echo un soplado, me sale con premio;/

si quiero hacer del dos, resulta que no hay papel./

Si quiero tirar el miedo, está ocupado el retrete;

¡Mejor me saco el pajarito y juego con él./

La raza me dice, la raza me dice que todo lo que hago, que todo lo que hago está mal, y yo no sé por qué./

Yo le echo muchas ganas pero ¡todo me sale mal!/

Claro. Hay otros muchos grupos que interpretan este tipo de rock urbano, como Caifanes, Red Cola, Café Tacuba y La Maldita Vecindad.

Es una aportación mexicana a la música internacional.

El guacarock trata del barrio, de las relaciones amorosas de la naquiza, son ritmos chillantes y estrambóticos que hacen bailar y saltar al infeliciaje, como una catarsis que los hace olvidar por unos momentos los graves problemas que los afligen, tales como la pobreza extrema, la violencia y la falta de oportunidades laborales.

Viene ahora el refrán estilo Pegaso: “Apeteces una mayor cantidad o te proceso al fuego un embrión de gallinácea?” (¿Quieres más o te guiso un huevo?)

 

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