Por Pegaso
“La Mano de Gato” es una técnica maravillosa.
Sirve para atraer la atención sobre una tercera persona que en el ámbito del poder se le conoce como “El Tonto Útil”.
Cuando uno es poderoso puede hacer casi todo lo que quiera, siempre y cuando sepa utilizar la técnica de “La Mano de Gato”.
Se dice que hace mucho tiempo vivía un rico en una gran mansión. Tenía como mascotas a un mono y a un gato. En cierta ocasión, el rico tuvo que salir de la ciudad, así que los animales se quedaron solos en la mansión, disfrutando del cálido ambiente que les proporcionaba la chimenea.
El mono, viendo que sobre la mesa estaba un recipiente con castañas, le dijo al gato: “Vamos a echar las castañas al fuego, y ya que estén abiertas, nos las comemos los dos. Yo las echo al fuego y tú las sacas”.
Así lo hicieron: El mono arrojaba una castaña y el gato la sacaba cuando ya estaban peladas, quemándose las manos. Pero el mono, en lugar de reservarlas para comerlas entre los dos, cada castaña que el gato iba sacando la engullía él solo con gran placer.
La técnica de “La Mano de Gato” consiste, pues, en hacer que otros hagan lo que nosotros no queremos hacer para no manchar nuestro prestigio o para evitar algún castigo.
En el libro “Las 48 Leyes del Poder”, de Robert Greene se dan ejemplos de cómo utilizar adecuadamente esta técnica y cómo no usarla.
La Ley número 26, “Mantén tus manos limpias” juega con la idea de desviar la atención, o utilizar al “Tonto Útil” como invaluable “Mano de Gato”.
No hace mucho tiempo aquí, en Reynosa, hubo una denuncia en contra de un candidato a la Presidencia Municipal, basada en el hecho de que éste había recibido una propiedad en donación por parte de sus padres, al cumplir la mayoría de edad y además, porque estaban luchando contra la funesta enfermedad del cáncer.
El denunciante tal vez lo hizo de manera inocente, o ingenua, no lo sé, pero las repercusiones se prolongan hasta ahora.
Pues resulta que dicha denuncia fue como oro molido para quien entonces era Gobernador del Estado, que tenía una vieja rencilla con la familia del joven candidato.
Utilizando como “Mano de Gato” la denuncia, el gobernante apuntó toda la maquinaria estatal en contra del denunciado, y cuando alguien le preguntaba si era cierto que se trataba de persecución política, decía ladinamente: “¿Qué? ¿Persecución política? Si son ellos mismos los que se están atacando”, porque era fama que tanto el denunciante como el denunciado eran miembros del mismo partido político.
Fue una inesperada “Mano de Gato” la que aprovechó el gobernante para perseguir a sus opositores políticos, aún después de dejar la gubernatura, puesto que sigue controlando los juzgados y todo el sistema judicial del Estado.
Así pues, siga el ejemplo del exgobernador. Cuando haga algo de lo que no quiere verse involucrado o señalado, utilice al “Tonto Útil”. Utilice la técnica de la “Mano de Gato”.
Siempre funciona.
Nos vamos con el refrán estilo Pegaso: “Que tu diestra ignore las acciones de tu siniestra mano”. (Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda).