Por Pegaso
Las 15 falacias de la 4T
Primera falacia: Este gobierno es tan bueno, que siempre es mejor apostar a la continuidad que a los gobiernos de antes. No puede ser tan bueno si con sus acciones nos está obligando a votar por los de antes. Cada vez son más los mexicanos que recuerdan aquel viejo y conocido refrán que dice: “Estábamos mejor que cuando estábamos en Guatepeor”… no; “Salimos de Guatemala para entrar a como estábamos antes”…no…. ¡Bueno, la idea es esa!
Segunda falacia: Tenemos un superpeso. ¡Ni madres! Para nada le sirve al mexicano promedio tener un superpeso, si las cosas están cada día más caras. No nos sirve para nada que nuestra moneda se aprecie con respecto al dólar si cuando vamos a surtir al mandado, cuando salimos a cenar, cuando adquirimos cualquier mercancía, los precios suben y suben sin darnos tregua.
Tercera falacia: Se ha duplicado el salario. El salario mínimo, sí. El salario real, no. Yo gano lo mismo que antes e incluso, menos, si tomamos el factor de la inflación. El trabajador de la maquila, el albañil, el maestro, el policía, no tienen el doble de sueldo que antes. A los que les ha ido mejor es a los prestadores de servicios y a los comerciantes, porque ellos sí se dan el lujo de subir los costos de sus productos. Recordemos que el salario mínimo es una referencia para fijar multas o impuestos. No tiene nada que ver con el real.
Cuarta falacia: Se ayuda a los viejitos y ninis. Sí. Se les entrega una cantidad mensual o bimestral. Pero el 85% de las personas de la tercera edad lo usan para comprar medicinas. Medicinas que el Gobierno debería proporcionarles gratis. O sea, que en realidad no les están dando nada. Y lo que es peor, en muchas ocasiones los hijos y nietos solo están en espera de que les caiga la lana a sus viejos para gastársela ellos en frivolidades. En cuanto a los ninis, no hay un seguimiento adecuado para garantizar que gasten el dinero en cosas de provecho.
Quinta falacia: Primero los pobres. Pero primero los pobres de mis hijos, diría #YaSabenQuién. En realidad, los sistemas comunistas son verdaderas fábricas de pobres y aquí sí le doy la razón a la 4T, porque los quieren tanto que cada vez hay más. Eso garantiza un mercado cautivo de votos indispensable para ganar elecciones.
Sexta falacia: Gobierno humanista. Por el contrario, a este Gobierno lo que le ha faltado es empatía hacia los padres de niños con cáncer, a los que agonizan por falta de medicamentos en el sistema de salud, a las personas con cáncer, a los desaparecidos y asesinados por la delincuencia organizada y a las víctimas de fenómenos naturales, como ocurrió con el huracán Otis, en Acapulco.
Séptima falacia: Hay democracia. Hasta donde podemos ver, esto es falso de toda falsedad. La habría si el Presidente de la República no hubiera designado a quien será su sucesora, ni utilizado todo el poder del Estado para poner obstáculos y descalificar a sus opositores.
Octava falacia: Se gobierna para todos los mexicanos. Nada hay más necio que pensar en que es un gobierno para todos. El Gobierno de la 4T gobierna solo para un sector de la población: Los pobres. El resto, los de clase media, media alta y alta, son los enemigos a los que hay que atacar y satanizar.
Novena falacia: Se avanza hacia la transformación del país. Por el contrario: Hay una regresión. Algunos analistas consideran que México ha vuelto a los niveles que se tenían en 1970, durante el echeverriato. Yo lo pongo de esta manera: Si Estados Unidos está en el 2024, Japón y China en el 2100, México regresó a 1970 y Cuba se quedó en 1960.
Décima falacia: No se negocia con delincuentes. Existe la certeza de la simbiosis entre el Gobierno y los grupos de la delincuencia organizada. Eso lo han evidenciado medios de comunicación nacionales e internacionales.
Decimoprimer falacia: Hay crecimiento económico. En realidad, estamos entre los últimos países del mundo en cuanto a crecimiento económico. Este año terminaremos con apenas un 0.8% de crecimiento del Producto Interno Bruto, cuando las proyecciones oficiales eran del 6%.
Decimosegunda falacia: Se hacen obras de calidad. Por el contrario, parece ser que, como en la canción de Alex Lora, todo lo que hacen les sale mal. El Tren Maya se descarriló y opera con pérdidas, el AIFA tiene escasa demanda y opera con pérdidas, la refinería de Dos Bocas no produce ni un litro de gasolina y opera con pérdidas… Bueno, parece que todo opera con pérdidas.
Decimotercera falacia: La gente quiere que continúe la 4T. Esto es más falso que un billete de 13 pesos. Lo que la gente pobre quiere es que les sigan regalando dinero. Dinero que gobiernos anteriores no les daban y que por eso están dispuestos a seguir votando por la continuidad. Como todo se rompe por lo más delgado, cuando se agote el recurso destinado al pago de las pensiones, la gente empezará a dar la espalda a ese proyecto.
Decimocuarta falacia: Tendremos un sistema de salud como el de Dinamarca. Se está yendo el sexenio y el sistema mexicano de salud va de mal en peor.
Decimoquinta falacia: La mañanera es un instrumento para informar al pueblo. Algo hay de cierto en eso, porque cualquiera puede sintonizar la tele o Internet y verlo en vivo y en directo. Lo que pasa es que el 99.9999999% del tiempo el Pejidente se la pasa atacando a sus enemigos políticos o desmintiendo información de la prensa que no milita con él.
Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “¡Refiéreme falacias, títere denominado Pinocho!” (¡Miénteme, Pinocho!)