Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Eufemismo

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Por Pegaso


Yo siempre he tenido muy claro a qué se refiere el Pejidente ALMO cuando dice: “Primero los pobres” y “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.

Se trata de un eufemismo.

Un eufemismo es una palabra o expresión más suave o decorosa con que se sustituye otra considerada tabú, de mal gusto, grosera o demasiado franca.

ALMO, cuando dice eso, se refiere a un pueblo totalmente infiltrado y corroído por la delincuencia organizada y no tan organizada, pero que le ha dado los votos necesarios para llegar y mantenerse en el poder.

Me explico. ALMO tiene tres amores en su vida: Su insuflado EGO, porque es lo que lo impulsa a hacer lo que está haciendo, los POBRES, porque son su público cautivo de votos, y los DELINCUENTES, porque… la verdad, ¡no sé por qué está tan enamorado de los mañosos!

Debe ser porque durante los 18 años que anduvo en campaña, peregrinando por todo el país, siempre lo protegieron. “A mí me protege el pueblo”,-decía. Y ya vemos a qué pueblo se refería. Hasta ahora no sé de alguna vez que se le haya ponchado siquiera una llanta en los miles y miles de kilómetros de territorio nacional que recorrió desde el 2000 hasta el 2018.

Gente común y corriente, como mis tres lectores o como yo, tenemos que pasar cinco o más narco retenes cada vez que viajamos por carretera.

Digo lo anterior, porque ayer tarde, en el evento del candidato de MORENA a gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, estuvo a punto de ocurrir un PEGASICIDIO.

Una señora se desmayó en las gradas y personal de Protección Civil acudió con una camilla en su auxilio.

Yo, con toda la buena intención de echarle porras por el pronto auxilio, tomé una foto.

En ese momento, una señora que estaba parada en un sitio más alto estaba rezando y pidiendo a Cristo por su salud, pero al notar que tomé la foto, parece que se le hubiera metido el diablo. Cambió la expresión de su rostro y empezó a decir: “¡No le tomes fotos! ¿Para qué le tomas fotos?”

Fue la señal para que un tipo obeso, prieto, más feo que Danny Trejo en una noche de peda (click aquí) y con cara de perro chato, con perdón de los perros chatos, me enfrentara envalentonado: “¿Quién eres?¿Por qué estás tomando fotos? ¡Bórralas a la chingada!”

Obviamente, me identifiqué como periodista, pero fue echar sal sobre la herida: “¡Me vale madre que seas periodista! ¡Borra la foto a la chingada!¡Quiero ver que borres la foto!

Yo, algo turbado, tomé el celular que momentos antes había utilizado para tomar la gráfica y delante del pelafustán borré la fotografía de la ñora.

Pensé para mí mismo: “Bueno, si al cabo no iba a ganar un Pulitzer por esta foto!”

Pero a pesar de todo, el sujeto me seguía amenazando, exactamente de la misma manera como amenazan y amedrentan los mañosos.

Qué lástima, porque fue un evento multitudinario y muy lucidor.

El candidato habló sobre sus planes de trabajo, y el mensaje llegó a buena parte de la población, aunque siempre van a quedar algunos prietitos en el arroz.

La sociedad mexicana, por desgracia, está totalmente infiltrada por el delito. Los de abajo, los de la barriada, una masa estúpida seducida y sojuzgada por la narco cultura, que de una manera u otra forma parte del basamento de la delincuencia organizada, porque de ahí se nutre y es su fuente de nuevos talentos, como el tipo cara de perro que estuvo a punto de agredirme.

Tenemos por el lado opuesto, una clase alta que ha logrado amasar fortuna gracias al sufrimiento ajeno. Son los delincuentes de cuello blanco donde, por supuesto, también están los políticos ratas.

Y por supuesto, una clase media que también está más puesta que un calcetín cuando se trata de pasarse la ley por debajo del arco del triunfo.

¡México, cómo me dueles!

Viene el refrán estilo Pegaso: “Mamífero cuadrúpedo canino que emite sonidos guturales repetitivos, es incapaz de agredir mediante el uso de los maxilares”. (Perro que ladra, no muerde).