Por Pegaso
A continuación una sabrosa compilación de chistes de enanos.
Como dice mi cuate Catón, si a usted no le gustan los chistes de enanos o es usted un enano, sáltese hasta donde dice: LA FALLA DE ANDRÉS.
Pregunta: ¿Cuál es el colmo de un enano?
Respuesta: Que se pase un semáforo y el agente de tránsito le diga: “¡Alto!”
Un enano le pregunta a un transeúnte: Señor, disculpe, ¿cómo llego al metro?
Le responde el tipo: ¡Pero si usted no llega ni a los 60 centímetros! ¡Juar, juar, juar!
Un sujeto llega a su casa en la noche y al abrir la recámara, ve que su mujer está refocilándose con un sujeto de baja estatura, es decir, con un enano.
-¡Pero, mi amor!-le reclama. Me prometiste que ya no me serías infiel.
-Deberías comprenderme, Cornupetio, le responde la pécora. Estoy dejando el vicio poco a poco.
Era un hombre tan pequeño, pero tan pequeño, que cuando se sentaba en el suelo los pies le quedaban colgando.
Una mañana de primavera se fue Blanca Nieves a recoger los dulces frutos que había en los árboles de frondosas copas. Los pajarillos trinaban alegremente, mientras sus pies se deleitaban con el frescor de la fragante hierba.
De pronto llegó hasta un claro del bosque y vio una pequeña y pintoresca casa. Sintióse algo cansada, por ese motivo introdújose en la choza y acostóse sobre las siete camitas que estaban ahí, una al lado de la otra.
Horas después llegaron los enanos, propietarios de aquel lugar. Habían trajinado durante todo el día en las minas, en busca del rico mineral.
Al entrar, el primero de ellos, Doc, vio con sorpresa que la cama estaba ocupada.
-¡Una mujer!,-dijo. Y los demás repitieron hasta el último de la fila: ¡Una mujer, una mujer, una mujer, una mujer!
-¡Es muy grande!-dijo otra vez. Y los demás repitieron: Es muy grande, es muy grande, es muy grande…
De pronto, Blanca Nieves se despertó y se puso de pie delante del primer enano y éste dijo: ¡Ya se paró! Y los otros repitieron: A mí también, a mí también, a mí también.
Entra un enanito al bar para tomarse una cerveza. Al llegar a la barra, ve que esta está muy alta y empieza a saltar diciendo: ¡Un whisky por favor! Otro salto: ¡Un whisky por favor!
Así lo hizo varias veces, hasta que cansado, se fue atrás de la barra para ver si había alguien que lo atendiera.
En ese momento vio que había otro enano saltando igual que él y en cada brinco decía: ¿Con hielo o sin hielo? ¿Con hielo o sin hielo?
Un enano argentino se subió al ómnibus, al lado de otro tipo. Después de unos cuantos minutos, el conductor frenó en una parada y el enano resbaló de su asiento. El tipo al lado lo alcanzó a tomar de la mano y lo volvió a acomodar. Más adelante ocurrió lo mismo. Otra vez el enano resbala del asiento y el sujeto lo acomoda, hasta la tercera vez que le dice: Sujetáte bien, idiota, o te vas a resbalar cada que frene el ómnibus.
Y le contesta el chaparrín: ¿Por qué no te vas a la mierda, pelotudo? Hace 3 paradas que intento bajarme y vos no me dejás.
LA FALLA DE ANDRÉS: Confiar en el pueblo bueno y sabio para hacer ganar a su “corcholata”. Mismo pueblo que en el 2000 se volcó a favor de Vicente Fox y en el 2018 creyó en sus promesas.
Viene el refrán estilo Pegaso: “De músculo lingual ingiero un alimento procesado”. (De lengua me como un plato).