Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Dilema

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Por Pegaso

Faltando 120 días de este año y 154 del próximo, es decir, 274 días para la jornada electoral del 2 junio de 2024, estoy indeciso.

Viendo como están las cosas, es claro que la candidata de la alianza MORENA-PT-PVEM será Claudia Sheinbaum, la de la alianza PAN-PRI-PRD será Xóchitl Gálvez y el de Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas. Son los que van adelante en las encuestas de sus respectivos partidos.

Ese día, ante la urna de mi casilla, no sabré si votar por uno o por otro, por una o por otra.

Eso sí. Es seguro que la próxima Presidenta de México será mujer, por primera vez en la historia, porque ni Moctezuma Xocoyotzin, ni Hernán Cortez, ni Hidalgo, ni Juárez, ni Cárdenas, ni Salinas de Gortari, tenían la más mínima intención de dejar a una fémina a cargo de los asuntos del Estado.

Sé que Sheinbaum, con todo el apoyo del aparato oficial, tiene las de ganar, así que no va a hacer falta mi voto para que ocupe el puesto que dejará vacante el cabecita de algodón.

Entonces, mi indecisión se reduce a dos opciones: O Colosio o Xóchitl.

Si el corazón me gana, votaré por Colosio, porque me afectó la forma tan artera como fue asesinado su padre y la manera en que el aún infante Luis Donaldo Jr. y su mamá, Diana Laura Riojas, enfrentaron tan terrible suceso.

Luis Donaldo Colosio Murrieta debió ser Presidente de la República, pero no lo quiso así el sátrapa Salinas y su camarilla.

Entonces, desde mi punto de vista y desde el de muchas personas en el país, a Colosio le deben la Presidencia, aunque sea a su hijo.

En el inconsciente colectivo quedó la herida de la tragedia y la historia estaría haciendo justicia si el legado del llamado “Mártir de Lomas Taurinas” finalmente llega a México.

La otra opción es Xóchitl Gálvez.

Con Xóchitl Gálvez me pasa lo mismo que me ocurrió con ALMO. Era un buen candidato, le atizaba duro al gobierno, era contestatario y entrón. De los candidatos que había en la elección presidencial, era el menos peor. Y por él voté. Me arrepentí un año después, cuando marcó el rumbo que seguiría su gobierno con aquello de “abrazos, no balazos”, luego con el marcado divisionismo y posteriormente con el ataque a los medios de comunicación.

Estando sentado frente a Xóchitl Gálvez, hace ya casi un año, me di cuenta que es una persona que le atiza duro al gobierno, que es contestataria y entrona.

Yo digo que es la versión de ALMO, pero en mujer.

E igualmente, pienso que sería una buena candidata, más no sé si será buena presidenta, como tampoco lo supe con el Peje.

Ya padecimos un gobierno bufonesco, con Chente Fox, un sexenio simplón e incoloro con el borrachales de Calderón, otro que fue el hazmerreír de todo el mundo, el de Enrique Peña Nieto y ahora el del viejito bilisoso y acartonado que se pelea hasta con su sombra.

Por eso digo que necesitamos cambiar de aires. Nos vendría bien o una mujer o un jovenazo.

Solo faltaría considerar el tipo de gobierno que tendríamos: Con Claudia Sheinbaum, la continuación de un proyecto de izquierda, con Gálvez, la derechización y con Colosio, la socialdemocracia, que es lo mismo que la izquierda moderada.

Veremos.

LA FALLA DE ANDRÉS: Decir que fue una farsa o simulación el proceso del Frente Amplio para elegir a su candidata y que detrás está Claudio X. González como gran orquestador; insistir que lo mejor es la democracia y que el pueblo no debe dejarse engañar. Sin embargo, el propio proceso interno de su partido, MORENA, ha sido ampliamente criticado por ¡lo mismo! Todo mundo sabe que la candidata será Claudia Sheinbaum y que llegará por “dedazo”.

Por lo pronto, aquí les dejo el refrán estilo Pegaso: “Tal Oriza sativa quedó procesado”. (Este arroz ya se coció).