Por Pegaso
La historia de la semana: ¡La Chupitos en “La Mañanera” regañando al “Cabecita de Algodón”!
Bueno… no era precisamente “La Chupitos”, sino una reportera de Sonora que se le asemeja mucho.
Pero no vaya usted a creer que es la primera vez que se aparece en Palacio Nacional. No. Ya son varias ocasiones en las que llega con denuncias contra personajes de su terruño, con reproches al Pejidente y hasta con señalamientos directos.
¡Se ha convertido en un cadillo en las pompis de ALMO!
Ya en serio. Doña Reyna Haydé Ramírez es una reportera autónoma que ha hecho lo que muchos hemos querido, pero que ninguno ha logrado, ni siquiera Jorge Ramos: Poner en aprietos a #YaSabenQuien.
Con su muy peculiar estilo, no se deja manipular ni ningunear por el Pejidente, y ya con ese solo hecho merece nuestro respeto y admiración.
Veía yo algunos videos y memes elaborados por chairos donde le endilgan todo tipo de calificativos, como –y por eso la entrada de esta culumna- “La Chupitos”, reportera naca y mil lindezas más.
Ella misma se define como periodista autónoma, lo que se conoce en el idioma de Shakespeare como “free lance”.
Fundó hace algunos años un colectivo de periodistas llamado “Sonora Red”, desde el cual investigan y ponen en evidencia las mil y una corruptelas de políticos tramposos de aquellos rumbos.
Pues bien, cierto día se le ocurrió a doña Reyna que sería buena idea presentarse a Palacio Nacional y entrar a “La Mañanera”.
Desde aquel entonces, con su muy particular acento sonorense y peculiar estilo de decir las cosas, “sin pelos en la lengua”, enfrenta valientemente a todo el aparato de poder para decirle sus verdades a #YaSabenQuien.
“La mafia del poder no ha desaparecido, porque siguen estando los mismos”-asegura.
Yo diría más bien que los que combatían la mafia del poder ahora se han convertido en esa misma Mafia del Poder, como en aquel libro de George Orwell llamado “Rebelión en la Granja”, donde los chanchos encabezan una revuelta y terminan pareciéndose a los humanos que combatieron.
¡Que le digan “Chupitos”!¡Que le digan naca! ¡Que le digan lo que sea, doña Reyna, pero siga adelante con ese valor y ese coraje que saca desde su alma indígena para enfrentar al poderoso manipulador!
No va a hacer la diferencia. Lo hecho, hecho está, pero sí vamos a ver por lo menos dos o tres rounds más de aquí a que el viejito se vaya a “La Chingada” a echar pulgas a otra parte.
Pudiera yo sugerirle, y si alguien de “Sonora Red” está leyendo esto y puede darle el recado, que en la próxima “Mañanera” en la que participe le diga a don Peje si juraría por su mamacita chula o si firmaría con sangre que se va a retirar para siempre y que va a dejar gobernar a su sucesora sin meter su cuchara.
Bien o mal, ALMO ya pasó a la historia de México. Los libros lo dirán en dos o tres décadas, cuando relaten este triste episodio.
No quiero pensar que esos mismos libros repitan la historia de Plutarco Elías Calles y su Maximato. Debemos recordar los errores cometidos para no volver a caer en ellos.
Y aquí los dejo con el refrán estilo Pegaso: “Colisioné nuevamente con similar roca”. (Tropecé de nuevo con la misma piedra).