Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Catedral

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Por Pegaso

Pienso, al menos que alguien del Consejo Cardenalicio, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el Camerlingo del Vaticano o el mismo Papa Pancho II, que lo que realmente debió hacerse hoy en la parroquia de Guadalupe no fue cambiarle de nombre y llamarla Concatedral, sino que debió hacerse la ceremonia para cambiar la sede a esta ciudad.

No tengo nada en contra los amables y bonachones habitantes de la Tres Veces Heroica y una Narcosatánica Ciudad de Matamoros, pero Reynosa sigue siendo la ciudad más importante de Tamaulipas, por consiguiente, tendría que ser sede de una diócesis.

Hasta ahora, en este Estado hay solo dos diócesis: La de Tampico y la de Matamoros.

Actualizando: A partir de hoy hay dos diócesis, la de Tampico y la de Matamoros-Reynosa.

Es muy posible que aquí se recauden más diezmos que en la actual sede diocesana. Además, la hoy Concatedral está más chida y su imagen es más distintiva que la matamorense.

Aquel edificio casi no tiene chiste: Dos campanarios con punta de cono, una fachada con algunos elementos neoclásicos.

Según la Wikipedia, que ya incluye el nuevo nombre: Sede de la Diócesis de Matamoros-Reynosa, la catedral de Matamoros cuenta con tres arcos de acceso, flanqueados por columnas toscanas, seis en total. El arco principal es de medio punto, mientras que los laterales son de tipo ojival.

Si nos vamos a lo clásico, la catedral de Tampico se apega más al estilacho de las iglesias del interior del país.

Cuenta con dos torres de tres cuerpos, tres naves y planta de cruz latina. Su cúpula es gallonada, es decir, en forma de gajos con linternilla y las bóvedas son de estilo románico. Las torres se componen de tres cuerpos con columnas pares estriadas de estilo corintio en cada esquina.

A pesar de ser un edificio majestuoso que no les pide nada a las catedrales de Matamoros y Tampico, la iglesia de Guadalupe de Reynosa no tiene una descripción en Wikipedia.

Sabemos que cuenta con dos torres en forma de paralelepípedo, donde se ubican los campanarios, que tiene en la fachada un arco paraboidal, que cuenta con una amplia nave soportada por gigantescas columnas y un gran número de vitrales.

Su estilo es modernista o contemporáneo y se inspiró en la iglesia de la Purísima, de Monterrey, obra que le valió al arquitecto Enrique de la Mora ganar el Premio Nacional de Arquitectura en 1946.

Aunque para mí, para mí, que el templo más bonito de Reynosa es el de la parroquia San Pío X, ubicada sobre el bulevar Hidalgo.

Desde el cielo se puede ver su estructura muy futurista, con elementos triangulares rodeándola por completo, así como un reluciente techo rojo.

Todo esto viene a colación porque ayer, antes de la ceremonia de elevación a Concatedral, platiqué brevemente con el padrecito Alan Camargo y yo le decía, precisamente, que el templo de Guadalupe merece ser llamado catedral, ya que junto con la de Matamoros es la sede del Obispo.

Y él me explicaba que no, que solo hay una sede diocesal y al edificio donde se ubica se le llama catedral.

Yo seguía de necio diciéndole que en realidad la palabra catedral proviene de la palabra cátedra, que es la silla donde se sienta el Obispo, que hay una en Matamoros y ahora otra en Reynosa.

Pero con todo, el santo varón siguió diciendo que solo puede haber una catedral, y esa es, por lo pronto, la de Matamoros.

Ya no quise seguir discutiendo por temor a que me excomulgara.

Por lo pronto nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que dice así: “Partículas suspendidas sois y en partículas suspendidas os transmutaréis”. (Polvo eres y en polvo te convertirás).