Por Pegaso
Estos son los calificativos que el Pejidente ALMO ha impuesto a la prensa nacional y en general, a todos sus opositores:
Achichincle, alcahuete, aprendiz de carterista, arrogante, blanquito, calumniador, callaron como momias, camajanes, canallín, chachalaca, chayotero, cínico, cómplice, conservador, corruptos, corruptazo, deshonesto, desvergonzado, espurio, farsante, fichita, fifí, fracaso, fresa, gacetillero vendido, hablantín, hampones, hipócritas, huachicolero, ingratos, intolerante, ladrón, lambiscones, machuchón, mafioso, mafiosillo, maiceado, majadero, malandrín, malandro, maleante, malhechor, mañoso, mapachada de angora, matraquero, me da risa, megacorrupto, miente como respira, mentirosillo, minoría rapaz, mirona profesional, monarca de moronga azul, mugre, ñoño, obnubilado, oportunista, paleros, pandilla de rufianes, parte del bandidaje, payaso de las cachetadas, pelele, pequeño faraón acomplejado, perversos, pillo, piltrafa moral, pirrurris, politiquero demagogo, ponzoñoso, pregonero, prensa vendida, ratero, reaccionario de abolengo, represor, reverendo ladrón, riquín, risa postiza, salinista, señoritingo, sepulcro blanqueado, simulador, siniestro, tapadera, tecnócratas neoporfiristas, ternurita, títere, traficante de influencias, traidorzuelo, vulgar, zopilote.
Y estos son los calificativos que la prensa fifí le cuelga al Peje del Ejecutivo:
Adoctrinador, agitador, anárquico, anquilosado, antagónico, antipático, argüendero, arrogante, bravucón, bribón, burlón, calumniador; camorrista, caradura, censurador, cínico, cizañero, conflictivo, contumaz, conspirador, corrupto, cruel, cuentero, chaquetero, charlatán, delirante, demagogo, desconsiderado, descuidado, desequilibrado, déspota, destructor, desvariado, desvergonzado, dictador, embustero, enajenante, enfadoso, engreído, enloquecedor, enredoso, escandaloso, extremista, faccioso, fanático, fanfarrón, farsante, golpista, grosero, guasón, hablador, hostil, humillante, ignominioso, ignorante, impertinente, impreciso, inadaptado, incitador, incompatible, incompetente, inconsciente, indignante, indisciplinado, ininteligible, inepto, inexperto, infame, injusto, inopio, intrigoso, insolente, insidioso, irreflexivo, irresponsable, irritante, impulsivo, jacobino, juzgador, lunático, manipulador, marrullero, megalómano, mentiroso, miserable, narcisista, necio, negligente, obstinado, ofensivo, ordinario, oscuro, pendenciero, perverso, pillo, patán, politiquero, porfiado, prepotente,
problemático, profano, propagandista, provocador, quisquilloso, radical, ramplón, reincidente, recalcitrante, retrógrada, revoltoso, ridículo, rijoso, ruin, resabiado, rústico, sedicioso, subdesarrollado, subversivo, soez, tendencioso,
testarudo, tramposo, torpe, turbio, utópico, usurpador, vociferante, vengativo,
vil, zafio, zoquete y zascandil.
Como se puede observar, todos estos jocosos motes están meticulosamente acomodado de acuerdo con el orden alfabético.
Es una prueba más de lo que en reiteradas ocasiones he dicho en este espacio, pero que a nadie parece importarle: El País está dividido, la gente está dividida y todo parece indicar que así seguirá por los siguientes tres años.
¿Cuándo un país dividido ha logrado salir adelante, sobre todo cuando enfrentamos una pandemia de dimensiones catastróficas?
¿Quién le dijo al Pejidente que es bueno mantener ese clima de crispación social y seguir echándole sal a la herida todos los días y a todas horas?
Hace dos años y medio, cuando empezó a ser evidente el nuevo estilo de gobernar, yo anticipé que eso pudiera llevar al País a una segunda Guerra Cristera.
No ha ocurrido todavía, pero están exacerbados los ánimos, y temas como la despenalización del aborto provocan cada vez más inquietud social.
Luego no me digan que no se los advertí.
No será mi culpa.
Yo me lavo las manos, como Poncio Pilatos.
Viene el refrán estilo Pegaso: “Se les introduce por una cavidad auricular y se les extrae por la opuesta”. (Les entra por un oído y les sale por el otro).