Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Borrachines

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Por Pegaso

Un borrachín estaba leyendo sobre el daño que hace la bebida al organismo. Luego de mucho meditarlo, llegó a una conclusión: Dejaría la lectura.

Un borracho fue detenido por un policía en la carretera Ribereña. Al detenerlo, el cumplido agente vial le dijo: “¿Me puede dar su permiso para conducir?” Y el beodo le contestó: “Claro -¡hip!- que sí, oficial. Conduzca -¡hip!- conduzca”.

¿Cuál es la diferencia entre un árbol y un borracho? Que el árbol empieza en el suelo y termina en la copa, en tanto que el borracho empieza en la copa y termina en el suelo.

El doctor Víctor Aguilar examinó a aquel alcohólico crónico y le dijo: “No encuentro otra razón de sus dolores de estómago, mi amigo, así que francamente, creo que eso se debe a la bebida”. Y le contestó el borrachales: “Bueno, entonces vuelvo cuando usted esté sobrio”.

A propósito de Shakira, llegó un tipo haciendo eses a la licorería y le dijo al vendedor: “Por favor, deme una bebida de Shakira”. A lo que el empleado le contestó: “¿De Shakira? ¿Cuál es esa?” Y contestó el zoquete: “De las que te dejan loco, ciego, sordomudo”.

El escuincle le preguntó a su padre:” ¡Papá, papá!¿Cómo puedo saber cuando una persona está borracha?” Y le contestó el abnegado progenitor: “Muy fácil, hijo mío. ¿Ves a esos dos hombres que vienen caminando por la calle? Si yo estuviera borracho vería cuatro”. Y el mocoso le contestó: “Pero papá, si solamente viene uno”.

Iba un borracho manejando su auto a toda velocidad por el bulevar Hidalgo, cuando lo detuvo uno de los muchachos del Comandante Pañales: “¡Oiga! ¿Qué, no vio la flecha?” Y le contestó el tipo: “No. Y tampoco al indio que me la tiró”.

Estaba un tipo tomándose una caguama allá, cerquita de la plaza Hidalgo, cuando se acercó uno de la Guardia Estatal y le dijo: “¡Muy bonito, muy bonito!” Y el borracho le respondió: “Muchas gracias, muchas gracias”.

Un alcohólico anónimo que había regresado al vicio estaba sentado en una banca de la peatonal cuando vio venir a una ancianita acompañada por una correteable y curvilínea jovenzuela. Al llegar a donde estaba, las dos mujeres se alejaron un poco, y entonces, el beodo le dijo a la joven: “¡Adiós, bizcocho!” Molesta, la anciana le reclamó: “¿A quién le dijo usted bizcocho?” Y contestó el aludido: “Le hablé al bizcocho, no al  pan de muerto, juar, juar, juar!”

Un borracho llegó a la 12 y preguntó: “¿Puedo ver al hombre que entró a robar a mi casa anoche?” A lo que le respondió Poncho Peña: “¿Y para qué lo quiere ver?” “¡Pues para saber cómo le hizo cuando entró sin despertar a mi mujer!”

Fue un borrachín a inscribirse a Alchólicos Anónimos a ver si podía dejar la bebida y el encargado le preguntó: “¿Vino solo?” Y el zopenco le contestó: “No, en las rocas”.

Otro ebrio sujeto fue al consultorio médico, y el galeno le dijo: “Mire, señor. Tiene que dejar la bebida. Vea lo que pasa cuando meto a esta lombriz en el agua: Sigue viva. Y ahora, si la meto en alcohol, vea lo que sucede: Se muere. ¿Sabe qué significa eso?” “Sí -¡hip!- le responde el infeliz: Eso quiere decir que si sigo tomando alcohol ¡nunca voy a tener lombrices!”

Va el del estribo: Llegó un señorcito con evidentes señales de abuso etílico a la cantina El Punto Exacto, atestada de parroquianos y periodistas. Se paró frente a la barra, donde estaba tomando un sujeto más musculoso que Arnold Schwarzenegger y más feo que Danny Trejo. “¡Yo le hago el amor a la mamá de este!”,-dijo de improviso. Los demás lo vieron con cara de terror y se hicieron para un lado. Sin embargo, aquel hombrecillo siguió diciendo: “¡Sí, yo me meto con la mamá de este!”. Nueva exclamación de miedo de los parroquianos y por tercera vez le dice al gigantón, que ya se empezaba a poner rojo del coraje: “¡Y esta noche la voy a hacer mía de nuevo!” Los comensales ya no pudieron más. Algunos se escondieron debajo de las mesas, otros detrás de la barra y el resto salieron corriendo de la cantina. En eso, el sujeto se le pone de frente, sacándole más de un metro de estatura y le dice: “¡Ya, ap’a, vámonos pa’ la casa. Está usted muy borracho!”