Por Pegaso
Pejidente:
Yo sí le creo a Usted cuando dice que las frecuentes visitas a Badiraguato, cuna del narcotráfico en México, son para saborear las ricas memelas, los frijolitos en bola y los tamalitos de chilpitín que hacen las ñoras de por ese rumbo, en lugar de lo que dicen sus adversarios: Que va a besarle la mano a la mamá del Chapo y a hincarse de rodillas para entregar al país en mazorca al crimen organizado.
También apoyo la patriótica idea de que el mal llamado “Triángulo Dorado del Narcotráfico”, es decir, la zona que rodea a Badiraguato, cambie de nombre, y ahora se le conozca como el “Triángulo del Bienestar y la Felicidad”.
Después de todo, ¿qué culpa tienen los pobres señores que se dedican al cultivo de marihuana y amapola de que se les haya impuesto ese peyorativo título?
No quiero ni pensar, ¡válgame la Santa Muerte! que todas esas buenas gentes con sus familias se queden sin su principal ingreso, a saber, el cultivo, el desgreñe, el trasiego y la comercialización de esa maravillosa y salutífera planta conocida como Cannabis sativa o Cannabis indica.
Qué bueno que tiene Usted ese misericordioso corazón que late en Su heroico pecho.
No haga caso de los fifíes, neoliberales y aspiracionistas.
Mande por un tubo a los padres de niños con cáncer que sólo molestan con sus súplicas y lloriqueos.
No haga caso de los familiares de desaparecidos. Solo quieren llamar la atención y bajarle dinero al Gobierno Federal.
Concéntrese en Sus grandes y nobles proyectos, como el del Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía, que van a permitir a Sus cuates Slim, Salinas Pliego y demás, mantener su modesto estilo de vida gracias a las multimillonarias concesiones de las obras.
Dígales fuchi a los mamones periodistas chayoteros, corruptos y muertos de hambre que Lo critican. Hágales manita de puerco a Loret de Muela, a Carmen Arrastegui y al Teacher.
No se deje engatusar por los campesinos de Tamaulipas que requieren de apoyos para poder producir el sorgo y maíz que necesita el país. A final de cuentas, pueden seguir esperando las lluvias y no pasa nada si no hay cosecha.
Por el contrario, es justo y necesario que se siga protegiendo a los modestos, misericordiosos e incomprendidos delincuentes que solo hacen su chamba.
Invierta algunos millones del presupuesto destinado a Seguridad Pública para mejorar sus casas de seguridad, que deben estar medio descuidadas por falta de mantenimiento. Y si es necesario, facilíteles algún crédito a fondo perdido para ampliarlas con torretas de vigilancia, portones eléctricos y todas esas menudencias que requieren para seguir desempeñando su estoica función.
Haga caso omiso cuando ocurra alguna masacre, matanza o ejecución en masa. Después de todo, las víctimas se lo merecen por andar de metiches y panochones.
Piense en Su futuro. Faltan poco más de dos años para que termine Su sexenio y hay que anticiparse a la Historia. Su ejemplo puede ser plasmado en los libros de texto y Sus acciones grabadas en letras de oro en los más altos estrados de la Nación.
Quizás, dentro de algún tiempo, Su busto estará en las principales plazas públicas del país al lado de otros prohombres, como Hidalgo, Juárez, Morelos y Lázaro Cárdenas.
No pierda Su valioso tiempo escuchado todas esas estupideces que dicen los PRIANISTAS. Son producto de su mente calenturienta y la envidia que le tienen a su muy exitosa Administración.
Ármese de paciencia con todas esas viejas argüenderas que exigen castigo a los feminicidas y violadores. No les haga caso. Lo más probable es que por usar minifalda y pantalones entallados, ellas mismas provocan a los santos varones que no pueden resistirse a cometer alguna travesurilla. Recuerde que el hombre es hombre y si las mujeres enseñan de más, la culpa la tienen ellas, por descaradas y ofrecidas.
No distraiga a las gloriosas fuerzas del orden federal, ni a los impolutos jueces o los gloriosos magistrados con tantas denuncias de fraude contra Sus colaboradores, o las publicaciones que se hacen de Sus hijos. Ellos tienen el derecho inalienable de vivir como maharajás o sultanes, porque bien que se han ganado su dinerito con el sudor de su frente.
Los ataques y diatribas que recibe Su Gobierno son producto de la malquerencia de algunos o la falta de información, y eso puede comprobarse con los otros datos que Usted tiene.
Ya por último, no pierda más Su valioso tiempo pensando si sus programas sociales pueden o no ser electoreros. Que le valga madres. Usted haga su chamba y olvídese de todos sus malquerientes.
Su ferviente admirador: Pegaso.
(Rúbrica al calce).