Por Pegaso
Dudo mucho que el partido MORENA dé marcha atrás en la determinación de llevar al Senador Américo Villarreal Anaya como candidato al Gobierno de Tamaulipas en el 2022.
A pesar de la inconformidad de actores políticos, incluyendo personajes que participaron en el proceso interno, resulta sumamente difícil que se pueda modificar la decisión.
Y eso será así, con toda seguridad, porque la marca de MORENA, de sus dirigentes y de su creador es precisamente la terquedad, el no aceptar opiniones ajenas.
Lo han demostrado una y mil veces.
A pesar de que presumen de transparencia, de no engañar ni de mentir, sigue habiendo una tremenda simulación.
Quedó demostrado que el “dedazo” a favor del galeno, hijo del ex gobernador Américo Villarreal Guerra, ya estaba decidido desde meses atrás.
A pesar de que las encuestas relativamente serias marcaban en las últimas semanas un empate técnico entre Américo y Rodolfo González Valderrama, en las tres mediciones contratadas por el Ejecutivo de MORENA el primero salió muy por arriba del segundo, y a este lo mandaron hasta el sexto lugar.
Villarreal Anaya ya prepara su equipo de trabajo, está “velando armas” para entrar en la batalla electoral contra un oponente que está ganando terreno rápidamente: El Truko.
En tanto se llegan los tiempos de campaña, la tarea que tiene es la de reorganizar las bases de su partido bajo el rimbombante título de “Coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación en Tamaulipas”.
Ayer al mediodía, el ex aspirante Francisco Chavira recomendó al Senador que no acepte la postulación bajo el argumento de que en realidad fue una simulación y las encuestas no se realizaron.
Por supuesto que Villarreal no renunciará al regalito que le enviaron desde Palacio Nacional.
Al contrario, veremos en los próximos días cómo el partido empezará a vestirlo, minimizando las manifestaciones de inconformidad.
Américo Villarreal Anaya, por el momento, ya no consiguió la tan ansiada unidad. MORENA llegará mermado a las elecciones, pero aún así, la marca y el nombre del Presidente pesan en Tamaulipas.
Por consiguiente, se espera que sea una elección muy disputada y puede que llegue a judicializarse, por los enormes, enormes intereses que hay implícitos en ganar o perder la gubernatura.
Entrando enero, veremos que el galeno empezará a hacer recorridos por el Estado para amarrar con los grupos políticos al interior de MORENA, pero también con los factores económicos y de poder.
No existe un antecedente de relación tersa con la prensa, así que no podemos adelantar cuál será el papel que los medios de comunicación jugarán en su campaña.
Por el otro lado, tiene a un candidato que sabe para qué son los medios y cómo aprovecharlos a su favor.
No se trata de dar por hecho que el candidato del PAN será El Truko, pero sinceramente no vemos quién pueda tener más “punch” para enfrentarse a la marca de MORENA y tener posibilidades de ganar.
Por lo pronto, nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “¡Hacia la parte posterior los jardineros en el deporte del beisbol!” (¡Pa’tras los filders!)