Por Jesús Rivera/Rosalía Quintá
Reynosa, Tamaulipas. Tras dos años de pandemia, los pocos concesionarios concesionarios del transporte escolar que quedaron volvieron a las escuelas solo para encontrarse con que los padres de familia ya no quieren contratarlos.
Héctor Mellado Hernández, representante de ese gremio, comunicó que con el regreso a clases no les ha ido como esperaban, porque en este momento son híbridas.
Eso significa que los estudiantes acuden en fechas determinadas para disminuir la posibilidad de contagios en las aulas.
“Eso es un poco complicado para nosotros, porque como quiera tenemos que mover las unidades y generan gastos de combustible y refacciones por el tiempo que estuvieron paradas. No está como lo estábamos esperando, la verdad”,-dijo.
Antes de la pandemia había unas 600 unidades registradas, más las que andaban por fuera, otras 400.
De esas, solo queda la tercera parte.
El dirigente mencionó que muchos tuvieron que dedicarse a otras cosas para poder subsistir.
“Se retiraron de lo que es el transporte escolar, vendieron sus unidades por las necesidades económicas que se vivieron”,-apuntó Mellado.
En una asamblea de los transportistas acordaron cobrar la semana completa, a pesar de la resistencia de los padres, que quieren que se les cobre por los días que van sus hijos a la escuela.
Actualmente se cobra de 200 a 250 pesos por persona, dependiendo de la distancia que se tenga que recorrer.
“El padre de familia debe estar consciente que el combustible se incrementó a 17.03 pesos y las refacciones aumentaron un 15%. Estamos esperando todavía que se incrementen otras cosas, como las llantas, el mecánico y tenemos que generar también un salario para el sustento de nuestras familias”,-aseguró.
A diferencia del resto de los trabajadores, que siempre tuvieron un sueldo seguro, los transportistas escolares tuvieron que suspender por completo sus actividades durante estos dos años.