Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

A riesgo de su vida

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Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. El trágico accidente carretero en el que perdieron la vida decenas de migrantes centroamericanos que viajaban a bordo de un camión, con rumbo a la frontera norte del País, es muestra más que palpable de los peligros a que se exponen hombres, mujeres y niños que vienen huyendo de la pobreza extrema, la delincuencia y las tiranías.

En forma preliminar se reportaron esta tarde al menos 49 personas fallecidas y más de 40 lesionados. Al parecer, tras el percance al perder los frenos, el chofer del camión se dio a la fuga.

De acuerdo con informes de testigos, el trailer llevaba más de cien migrantes hacinados en la caja. En un momento dado, al ocurrir una falla en el sistema de frenado, volcó aparatosamente en una curva situada a escasos kilómetros de la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez.

Luego del accidente se dio aviso a los cuerpos de paramédicos y servicios de emergencia.

El Presidente de la República, Andrés Manuel López obrador, en su cuenta de Twitter, lamentó el suceso y se solidarizó con las familias de las personas fallecidas.

Durante la larga travesía desde sus países de origen, los migrantes deben sortear una serie de obstáculos.

Una vez que lograr cruzar la frontera sur de México, a pesar de los intentos de la Guardia Nacional por detener su avance, deben caminar por días y a veces meses para llegar a su destino, la frontera norte. En el transcurso de ese peregrinar, algunas veces encuentran personas caritativas que les ofrecen un “aventón”, pero en la mayoría de las veces se vienen caminando bajo duras condiciones ambientales.

En las carreteras y parajes mexicanos, se topan con policías corruptos y bandas del crimen organizado.

En la frontera, tendrán que hacer una prolongada pausa de espera para solicitar una visa humanitaria en Estados Unidos.

Mientras tanto, viven en completo hacinamiento, como es el caso de Reynosa, donde las condiciones de vida son infrahumanas, al no haber un sitio adecuado para mantenerlos mientras solucionan su estatus migratorio.

A eso se suma un problema más: El de los abogados sin escrúpulos que se aprovechan para robarles el dinero bajo la promesa de arreglarles documentos de residencia legal. (Foto y datos de las redes sociales).

 

 

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