Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

A Garrote Limpio

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Por Australo Pitecus

Yo no saber qué ir a pasar en todo el Gran Territorio.

El Gran Jefe de todas las tribus haber renunciado casi desde el inicio de su mandato a ser el líder de todos los neandertales y cro magnones para ser solamente el representante del 70%.

Casi un medio Gran Jefe, si nosotros verlo fríamente.

El Gran Territorio estar dividido entre una enorme masa de pobres y clasemedieros y una poderosa minoría que ser los que tener el dinero suficiente para intentar derrocarlo.

Yo ver en un video los ataques tan filosos que dirigir desde el extranjero varios “periodistas” que ser financiados por ese poder económico mediante un portal informativo que llamarse LatinUS y que tener su sede en la tribu gringa de Dallas, Texas.

Como mostrarlo la prehistoria, y también la historia, siempre haber intentos de hacer caer al que estar en el trono, y muchas veces tener éxito, cuando el poder económico encontrar la forma de socavar al que estar en el poder.

Yo recordar el caso que ocurrir allá, en la época de las cavernas.

Un tal Andresutus luchar mucho por llegar a ser el jefe de mi tribu, hasta que ganar el apoyo de todos, prometer que tendrían mejores cuevas, que acabar con las bandas de zinjantropus erectus que andar matando, robando y vendiendo peyote, a los que decir que convertirlos en empresarios.

Cierta vez, el hijo de un zinjantropus que ser jefe de una pandilla ser capturado por los guerreros del Gran Jefe, pero este ordenar que soltarlo para evitar que haber un chorro de muertitos.

Luego, visitar el valle donde haber nacido ese jefe de pandilla y bajarse de su brontosaurio para saludar a la mamá del peyotetraficante.

Lo último que Andresotus hacer es pelearse con los encargados de escribir los últimos sucesos en las tablillas de arcilla.

Decir que ser una bola de vendidos al servicio de la mafia del poder, que ser neoliberales y fifíes; como respuesta, estos empezar a investigar y descubrir que… ¡chan, chan, chan, chaaaaaan! ¡Que sus hijos darse la gran vida, rodeados de lujos inimaginables, mientras que a la gente a la que pedir austeridad apenas tener para mal vivir.

Pero eso sí, esa misma gente aplaudirle y aplaudirle sin cansarse, esperando las migajas que aventarles, gracias a los impuestos que ellos mismos pagar.

Ya despedirme de ustedes porque mi cavernícola pedirme que barrer y trapear la cueva.

Su amigo, Australo Pitecus.

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