Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Empate

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Por Pegaso

¿Qué fue lo que más llamó la atención en el arranque de campaña para la Presidencia de la República? ¿La regada de Claudia Chiquitibum o la sangre de Chóchil Cálvez?

Yo creo que fue un empate. Las redes sociales y los memes se les fueron a la yugular a ambas por igual, debido a lo inédito de los hechos.

“Pero vayamos por partes”,-como dicen que dijo Jack “El Destripador”.

El día 1 de marzo, en el arranque de su campaña, ante un zócalo capitalino a reventar, la candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” tuvo un lapsus indejus…, o la traicionó el subconsciente cuando dijo: “Hay dos caminos a tomar este dos de junio. Uno, que siga la corrupci…”

Al darse cuenta de la pifia, inmediatamente intentó corregir: “…que siga la Transformación. Dos. Que siga la corrupción”. Pero el daño ya estaba hecho y los fifís no perdieron el tiempo. Hubo una enorme cosecha de memes jocosos y divertidos.

Por el bando opuesto, tampoco los chairos desaprovecharon la ocasión para írsele a la yugurlar a la regordeta candidata de la alianza opositora Chóchil Cálvez con su “pacto de sangre”.

Nadie lo esperaba cuando, para firmar la carta compromiso con sus promesas, agarró un alfiler y se lo clavó en el dedo para de ahí sacar una gota de sangre y estampar su rúbrica.

Esa no fue la única ocurrencia. También, en un evento masivo, prometió hacer una megacárcel igualita a la que hizo Nayic Bokele en El Salvador, para meter a todos los punteros, marucheros, sicarios y demás lacras que pululan en cada rincón del país.

Para mí, para mí, que el “pacto de sangre” de Chóchil fue una exageración y una muestra de desesperación porque Claudia le saca casi el doble de la intención del voto.

Yo recuerdo que solo hubo un antecedente, creo que en Chile, cuando alguien protestó por no sé qué cosa, sacándose sangre de una vena con una jeringa, la cual usó como lápiz para escribir un mensaje en una pared.

Por lo que he visto hasta ahora, esa va a ser la tónica que seguirán las campañas presidenciales.

Mientras las dos honorables damas hacen lo suyo, buscando ganar más votos con cada acto multitudinario que realizan, el candidato de Movimiento Ciudadano ni siquiera pinta. Como diría el maestro Víctor Zavala, “es como la caca del perico: Ni huele ni hiede”.

Claudia Shikitibum, desde su postura de candidata oficialista, no puede salirse del guión marcado desde Palacio Nacional.

El exabrupto que tuvo en la apertura de su campaña es muestra de lo que puede ocurrir si no retoma la concentración y se guía estrictamente por ese libreto.

Mientras tanto, Chóchil tiene toda la libertad del mundo de hacer payasada y media. Es más, en los siguientes actos yo le recomendaría no solo que se saque sangre, sino que se corte la cabellera como símbolo de que se debe erradicar de raíz la corrupción.

Y si eso no es suficiente para subir el porcentaje de intención del voto, únase a una marcha nudista, quítese el huipil y quédese en choninos, como protesta porque las malas políticas de este gobierno nos han dejado encuerados a todos.

Claudia, la acartonada. Chóchil, la desmadrosa. Así sintetizaría yo las campañas políticas.

Por cierto, un medio electrónico de comunicación que comparó a Chóchil con Vicente Fox y a Claudia con Francisco Labastida, recordando que, aunque iba abajo en el arranque de la campaña, el botudo personaje ganó la elección presidencial en el 2000.

Y vámonos con el refrán estilo Pegaso: “¡El individuo de piel obscura es festivo y tú proporcionándole instrumentos de percusión!” (¡El negro es alegre y tú le das maracas!)