EDITORIAL
Reynosa, Tamaulpas. A pesar de las cifras oficiales sobre asesinato y desaparición de periodistas en México, los integrantes de este sufrido gremio no tienen nada que celebrar, en el Dia Internacional del Periodista.
Acotados por el crimen organizado, satanizados por el Gobierno, hoy los trabajadores de la información se encuentran entre la espada y la pared.
No por nada se considera a México como uno de los países más inseguros del mundo para ejercer esta profesión.
De acuerdo con datos que maneja El Economista, en el 2023 hubo “solamente” 45 periodistas asesinados en el marco de su labor, 16 menos que en el 2022.
Es la cifra más baja desde el 2002, cuando se registraron 33 muertes.
En el 2012 y 2013 hubo más de 140 crímenes contra periodistas, y en el 2022 fue de 61, lo que refleja una disminución progresiva en los últimos años.
Ya no son los tiempos en que autoridades municipales, estatales y federales agasajaban a los comunicadores con suntuosos banquetes y regalos.
Si bien les va, aparecerá alguna felicitación en las redes sociales.
La profesión de periodista en éxico no solo es peligrosa, sino que la percepción de una buena parte de la población es de rechazo, en parte, gracias a la postura que el Presidente de la República ha tomado en su contra.
Fustigado y criticado durante casi dos décadas por medios nacionals que seguían consignas, el mandatario generaliza y ha tomado como enemigo a todo aquel que ejerce la libertad de expresión, algo muy típico de los gobiernos autoritarios e intolerantes.