Por Pegaso
Las unidades de medida son útiles porque nos sirven para dimensionar las cosas que nos rodean.
Así, podemos medir distancias en metros, kilómetros, millas, furlongs, yardas, pulgadas, centímetros, milímetros, años luz, etcétera.
Si queremos medir el peso de un objeto, tenemos que recurrir a una balanza. Si se utiliza el Sistema Métrico Decimal, usaremos gramos, kilogramos o toneladas. Si el sistema es el que se utiliza en Estados Unidos, usaremos onzas o libras.
Cuando necesitamos medir velocidades, tenemos kilómetros por hora o millas por hora. Si temperaturas, usamos Grados Celcius o Grados Kelvin. Si lo que nos interesa es saber la fuerza de un huracán, nos iremos a la Escala Saffir-Simpson y si se trata de un terremoto, a la de Mercalli.
Todo tiene unidades de medida. Incluso la inteligencia del Ser Humano se puede medir en un Coeficiente Intelectual (IQ, por sus siglas en inglés).
Pero debo hacer una corrección: Hasta ahora solo había una cosa que no tenía unidades de medida y era la estupidez.
Recientemente, el investigador mexicano T. Pinto Madrazo, en colaboración con el científico árabe Badir A. Guato pudieron determinar equivalencias basadas en una unidad de medida estandarizada: El AMLO.
El AMLO se define como el coeficiente que resulta de dividir el Impacto Social sobre un segmento de la Población por la Capacidad craneal de un sujeto al cuadrado, o sea, la fórmula AMLO=IS/PC2.
Por ejemplo, tras resolver la ecuación, el hecho de eliminar el cuadro básico de medicamentos para niños con cáncer representa 150,425 AMLOs.
Haber liberado a El Chapito, 82,203 AMLOs.
Gastar el triple de lo presupuestado para construir el AIFA, 103,445 AMLOs.
Mandar al diablo a las madres buscadoras de desaparecidos, 78,229 AMLOs.
El AMLO, tiene subunidades de medida, como el metro tiene el centímetro y el milímetro: Un Fox equivale a la décima parte de un AMLO, un Fecal es la centésima parte y un EPN es la millonésima… no, menos, la milésima parte del AMLO.
Tanto impacto ha tenido este descubrimiento de los científicos, que otros países ya empiezan a adoptarlo y adaptarlo a sus propias condiciones.
En Estados Unidos pronto se establecerá el Trump como unidad básica de medida de la estupidez, equivalente más o menos a .67 AMLOs.
Argentina es otra nación que se sumará a la iniciativa con el Milei, como unidad base. Un Milei representará aproximadamente la mitad de un AMLO.
Los doctores T. Pinto Madrazo y Badira Guato, miembros distinguidos del Centro Internacional de Pesas y Medidas, ya recibieron reconocimientos internacionales, no así en México, donde aún son poco conocidos.
Sin embargo, empieza a trascender la importancia de sus trabajos científicos.
A partir de ahora ya no será necesario esperar semanas o meses antes de conocer los efectos nocivos de una acción gubernamental.
Bastará resolver la ecuación, introduciendo las variables y tendremos un coeficiente que nos permitirá conocer cuántos AMLOs tendremos que soportar los sufridos y abnegados mexicanos.
(¡Juar, juar, juaaaar! ¿Y se la creyeron? La verdad es que no hay unidad de medida suficiente para medir la estupidez humana. Si no, solo échense una vuelta por la Internet y las redes sociales. ¡Feliz Día de los Inocentes!)
Termino mi colaboración de hoy con una frase inmortal que he escuchado por ahí con mucha frecuencia: “Carecemos de equivalencia”. (No somos iguales).