EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. Los mexicanos no acabamos de reponernos de un hecho violento, cuando ocurre otro peor.
Son los propios elementos de seguridad los que, por negligencia o inacción, favorecen situaciones como la que ocurrió esta semana en Salvatierra, Guanajuato.
Según la Agencia APRO, un testigo señaló que la policías estatales y municipales llegaron al lugar de los hechos, la ex hacienda de San José, pero no intervinieron, a pesar d escucharse disparos. Por el contrario, no dejaban entrar a las personas que querían ingresar al lugar para ayudar a las víctimas.
El testigo agregó que los policías permitieron la masacre, con resultado de 11 jóvenes muertos y 14 heridos.
Se trataba de un convivio navideño o posada donde el grupo de muchachos departían alegremente sin imaginarse lo que a continuación ocurrió.
Otras masacres recientes ocurrieron en Salamanca y Celaya, dos ciudades cercanas a Salvatierra. Los hechos violentos hacen de Guanajuato el Estado más inseguro del país, en estos momentos.
Los hechos se atribuyen a una célula del crimen organizado que opera en esa región.
Es la firma de este Gobierno que lleva 170 mil crímenes violentos y más de 110 mil desaparecidos. Resultado de la política de “abrazos, no balazos” para los delincuentes.