Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Sed

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Por Pegaso

A casi treinta años del atentado que acabó con su vida, hoy el legado de Luis Donaldo Colosio Murrieta parece gravitar sobre el proceso electoral que estamos viviendo.

Sus palabras fueron usadas como arma política cuando la aspirante del opositor frente PAN-PRI-PRD se equivocó al querer parafrasear aquella famosa expresión colosista: “El pueblo tiene hambre y sed de justicia”.

A Xóchitl Gálvez le salió mocho: “El pueblo tiene hambre de sed”. Y el oficialista partido MORENA, con sus satélites PV y PT, se le fueron a la yugular.

Recientemente tuvimos el vodevil de Samuel García, locuaz cachirul y esquirol del poder presidencial para quitar votos a la oposición desde el acomodaticio Partido Movimiento Ciudadano.

A pocos días de que lo bajaron de la contienda, surge la posibilidad de que el hijo de Colosio Murrieta, Luis Donaldo Colosio Riojas, entre al relevo y encabece al partido naranja.

Sin embargo, Colosio se negó en un principio a ser candidato porque-con sus propias palabras-, no quería dividir a la oposición, y fue una postura valerosa, valiente y madura que muchos le aplaudimos.

Pero Samuel García se aventó al ruedo, pensando que con el apoyo presidencial y el punch que tienen él y su esposa en las redes sociales, podría arrebatarle el segundo lugar a Xóchitl Gálvez y aspirar con posibilidades reales a ser el Presidente de la República más joven que haya tenido nuestro país.

Todo se derrumbó para el imberbe, inmaduro y soberbio mozalbete.

Los ocho millones de seguidores de su esposa y otros cuantos que tiene él en sus redes, no valieron de nada ante la férrea decisión del Congreso de Nuevo León y de la Suprema Corte de Justicia.

Hoy por hoy, Samuel está a punto de sufrir la misma suerte que su antecesor, “El Bronco” Jaime Rodríguez a quien metió a la cárcel por hacer campaña siendo gobernador y por desviar recursos económicos del erario público. Ley del Karma, dicen.

Pero volviendo a Colosio. A mí me decepcionaría, después de escuchar sus palabras de que no aceptaría la candidatura para no dividir a la oposición y para brindar más atención a su familia, si de pronto acepta el ofrecimiento que le pueda hacer el dueño de MC, Dante Delgado.

Yo espero que no lo haga y se mantenga firme, que a pesar de ser aún joven, demuestre la madurez que no demostró Samuel García.

Hoy, más que en los tiempos de Colosio Murrieta, el pueblo sigue teniendo sed de justicia. Seducido por una retórica demagógica y simplona, una retórica maniquea donde “ustedes son los malos y nosotros los buenos”, donde el país está dividido, ensangrentado por la impune operación de la delincuencia organizada; un pueblo que se conforma con migajas, cuando puede tener el pastel completo, un pueblo está enceguecido, atado a los caprichos de un líder que ya chochea y que quedó anclado en los setentas.

Colosio Riojas para mí, sería un excelente candidato, pese a su juventud. Lo malo es que su partido no cuenta con bases sociales ni estructura propias, porque se trata de un negocio familiar de Dante Delgado, quien pasa de ser senador a ser diputado como cambiarse de calzones.

Así no podría ganarle a un sistema político podrido, corrupto y corruptor.

Es una falacia decir que el antiguo sistema político quedó atrás. Lo que pasó fue que cambió de piel, como las serpientes, pero está ahí, más vivo y ponzoñoso que nunca.

Disfrazarlo de transformación no basta, cuando esta transformación no es más que una farsa, una simulación.

En México sigue habiendo corrupción, asesinatos, dispendios y nepotismo.

Ni llegamos a tener un sistema de salud como el de Suiza ni los narcotraficantes cambiaron las armas por arados.

Viene el refrán estilo Pegaso: “Pues  de tal manera permanece el halago”.  (Pues así está el agasajo).