Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Por no contar con trampas de grasa se ha suspendido temporalmente la actividad de algunos restaurantes, fondas y taquerías de la ciudad.
Eso fue lo que ocurrió con la tortería El Pingüino, localizada en la calle Porfirio Díaz con Guerrero, de la Zona Centro, en el mercado Zaragoza.
La trampa de grasa es un aditamento imprescindible para aquellos negocios que utilizan aceites o grasas, ya sea naturales o sintéticos, ya que la presencia de ese tipo de sustancias en el sistema de alcantarillado provoca taponamientos y derrames de aguas negras.
Adquirir una trampa de grasa puede costar entre 5 y 6 mil pesos, pero una suspensión temporal puede hacer perder mucho más a un negocio, como la citada tortería.
A ese lugar van los empleados de los otros comercios del centro, oficinistas, estudiantes y profesionistas de los alrededores e incluso, de colonias alejadas.
Lo popular de ese establecimiento ha generado algunos “memes”, donde se preguntan: “¿Ya abriría Tortas el Pingüino?”
Sin embargo, la Dirección de Ecología del Municipio y la COMAPA insisten en tener mano dura contra los negocios que se mantienen omisos en cumplir con este requisito.
Están obligados a cumplir con ese requisito las fondas, restaurantes, taquerías, talleres mecánicos y otros que utilicen grasas en la producción de sus productos o servicios.