Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Acapulco: La catástrofe

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EDITORIAL


Bastó poco más de una hora para que el antes altivo y señorial puerto de Acapulco quedara reducido a escombros.

El super huracán Otis, de categoría 5, desató tanta energía como varias bombas isobáricas de las que se arrojan en Gaza y Cisjordania.

Veintisiete muertos, cuatro desaparecidos, devastación total, rapiña, turistas varados y desesperados, sin comunicaciones, sin energía eléctrica, sin agua potable… Son las crónicas de los medios nacionales e internacionales desde el día de ayer.

Lo más lamentable: A pesar de que se sabía de la fuerza de este meteoro, con vientos de casi 300 kilómetros por hora, no hubo advertencia por parte de las autoridades federales y estatales, mucho menos un intento de evacuación.

Un huracán, sobre todo de categoría superior, 4 y 5 en la escala Saffir-Simpson, es peligrosísimo. Descarga toda su furia en la costa.

Los ciclones tropicales, en su avance por el mar, toman fuerza rotatoria. Mientras más tiempo pase en mar abierta, más posibilidades hay de que aumente su categoría.

Cuando impacta en un punto de la costa lo hace con gran furia. Nada escapa a los vientos huracanados: Caen palmeras, casas, edificios, postes de luz, anuncios panorámicos y todo lo que encuentra a su paso.

Conforme se adentra en tierra, empieza a perder fuerza.

Otis impactó el litoral de Guerrero. Su ojo pasó por Acapulco y se estrelló contra las montañas del Nudo Mixteco, para proseguir su camino hacia el noroeste, sembrando el pánico y la devastación en las pequeñas comunidades, que quedaron completamente aisladas.

En las redes sociales, turistas pidiendo auxilio, atrapados en los pisos más altos de las antes lujosas torres de los más prestigiados hoteles.

La recuperación de Acapulco, uno de los más importantes polos turísticos del país, llevará mucho tiempo y un gran esfuerzo de todo el país.

A partir de ahora, en ciudades como Reynosa, grupos de apoyos social empiezan a establecer centros de acopio para llevar agua potable, víveres y utensilios de limpieza para las personas que habitan en las zonas damnificadas, principalmente Acapulco.

(Fotocomposición con gráficas de las redes sociales).