Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Tartaria

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Por Pegaso

Ya estoy hasta la madre de toda esa basura que los conspiranoicos e ignorantes suben a las redes sociales.

El último mamotreto es el de una supuesta civilización super avanzada que construía carros voladores, usaba energía infinita, se comunicaba con telefonía celular hace más de 200 años y poseía una infraestructura que envidiarían muchas naciones modernas.

Según esa “teoría”, Tartaria fue borrada del mapa por una poderosa organización que controlaba la naciente energía fósil.

A pesar de su enorme extensión, que ocupaba casi todo el este de lo que hoy es Rusia, no ha quedado nada, ni un edificio, ni un aparato que permita confirmar tales avances científicos y tecnológicos.

Lo que sí abundan son videos en blanco y negro, la mayoría, donde se ve a hombres montando una especie de rueda que se puede manejar como si fuera una motocicleta, autos volando, gigantes y mil maravillas más.

Aseguran que Tartaria existió aproximadamente de 1600 a 1754 después de Cristo. Luego de esa fecha, ya nada se sabe de ella.

Lo que no me explico es de dónde sacaron los videos.

Dicen que Tartaria era una civilización maravillosa que no solo buscaba compartir con el mundo sus avances, sino también su genética. Para demostrar eso, ponen fotografías donde se ven personas de Mongolia, Inglaterra, China, Japón y Rusia a un lado de personas de gran altura.

Repito, de dónde sacaron todas esas fotos y material videográfico.

Además, agregan que los tártaros poseían máquinas enormes. Se ve, por ejemplo, un gigantesco aparato parecido a un camello, impulsado por carbón.

Al verlo se me figuró uno de los vehículos acorazados de La Guerra de las Galaxias (Star Wars, por su título en inglés. Año de estreno: 1977. Director: George Lucas. Protagonistas: Mark Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher), o la araña gigante de la peli Wild, Wild West (Título homónimo en inglés. Estrenada en 1999. Director: Barry Sonnenfeld. Protagonistas: Will Smith, Kevin Cline, Salma Hayek y M. Emmet Walsh).

Según esto, los tartarios, que no los tártaros, aunque parte del territorio era el mismo, dominaban las ondas de radio, los controles remotos y la tecnología de sensores, todo lo cual fue confiscado por las grandes potencias del mundo y luego aplicadas para el uso cotidiano de la gente actual.

Wikipedia dixit: “La teoría  de la Gran Tartaria como una civilización perdida se originó en Rusia, a partir de la difusión de la llamada Nueva Cronología de Anatoly Fomenko, y fue popularizada por Nicolai Levashov. En la pseudociencia rusa, conocida por su nacionalismo, Tartaria se presentaba como el nombre “verdadero” de Rusia, maliciosamente ignorado en Occidente. Desde aproximadamente 2016, las teorías de conspiración sobre un supuesto “imperio perdido de Tartaria” han ganado popularidad entre los internautas de habla inglesa, mayoritariamente en los Estados Unidos, pero separadas de su marco nacionalista ruso e integradas a las teorías marginales de los grupos QAnon”.

O sea, que es una jalada de pelos, como cualquier otra idea de los conspiranoicos, los que creen que La Tierra es plana, que los OVNIS ya están entre nosotros, que existen las brujas, los vampiros y los hombres lobos, los duendes y los demonios.

Yo por eso no soy conspiranoico, porque luego empiezan a compararme con Jaime Maussán, Carlos Trejo o Georgio Tsoukalos, presentador de Alienígenas Ancestrales.

Mejor nos vamos con el refrán estilo Pegaso que dice: “Posee mayor conocimiento el demonio por añoso que por demonio”. (Más sabe el diablo por viejo que por diablo).