Por Pegaso
Ya está. Le encontraron algunos de sus puntos flacos a Chóchil Cálvez.
Todo el aparato de gobierno se concentró en ella y cumplieron bien su tarea. Le buscaron, le buscaron y encontraron.
Primero anduvieron a tientas, calificándola de botarga, de vendedora de gelatinas y por andar en bicicleta.
Más tarde, hubo una polémica en torno a si su riqueza habría sido producto de influencias políticas: después, su casa que querían derrumbar y el golpe final, su tesis.
En meses anteriores habíamos visto cómo la ministra de la Suprema Corte,Yazmín Esquivel, a quien pretendía imponer ALMO como Presidenta, plagió gran parte de su tesis, y eso le valió ser rechazada para tan importante puesto.
Pues bueno. Ahora les devolvieron la pelota a los de la oposición.
Utilizando todos los recursos, incluyendo al Centro Nacional de Inteligencia, que antes se llamaba CISEN, dieron con la tesis de la Senadora y hallaron algunas inconsistencias en un párrafo.
Al demostrarse que dicho párrafo no tenía alusión al autor original, la aludida solo se limitó a decir: “¡La pendejié!”
Hoy, hoy, hoy, salen artículos de prensa a nivel nacional donde señalan a Chóchil porque una de sus frases favoritas es aquella que decía: “En mi gobierno ni güevones, ni rateros, ni pendejos”.
Entonces, si la “pendejió” con sus tesis, quiere decir que ella misma es pendeja, y entonces, se autoexcluiría de su proyecto de gobierno.
Oro molido para el viejito ladino que debe estar riéndose hasta dormido.
La verdad es que Chóchil ya se desinfló. Aunque será la candidata de la alianza PAN-PRI-PRD, se nota que los viejos billetudos ya le han retirado su apoyo, además de que en el PRI empieza a haber desbandada y adhesiones a favor de Claudia Shikitibum.
La tormenta ya pasó para el inquilino de Palacio Nacional.
Chóchil lo traía asoleado. Se veía que en realidad estaba encabronadísimo porque sus colaboradores no daban pie con bola.
Pero hoy luce radiante porque finalmente le hallaron el talón de Aquiles a la molesta senadora, que por lo demás, se la había pasado de chistorete en chistorete, sin definir un proyecto bien estructurado.
Tan de buen humor anda el Pejidente hoy en día que incluso el desfile militar de miembros del Cártel de Sinaloa en Comalapa, Chiapas, le vale Wilson y declaró que se trata de un hecho aislado y que la gente que vitoreó su paso por las calles de esa ciudad fueron amenazados o les dieron despensas.
Minimizar el hecho no es lo malo. Lo malo es que dice la Constitución que en México solo puede haber un ejército y ahorita deberían andar todos los soldados, marinos, fuerza aérea, policías y hasta veladores detrás de todos esos payasos que escenificaron esa burla grotesca para la sociedad y para el propio gobierno.
En fin. Ya puede dormir tranquilo el cabecita de algodón. Chóchil fue desinflada y el panorama electoral para el 2024 está más claro que el agua Peñafiel.
Viene el refrán estilo Pegaso: “Del utensilio cóncavo a la cavidad bucal, en ocasiones se derrama la infusión”. (Del plato a la boca, a veces se cae la sopa).