Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-¡Perrrroooooo!

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Por Pegaso


En Alemania, un numeroso grupo de personas que se perciben como perros se manifestaron para que se les reconozca sus derechos.

En Polonia se creó la primera granja de seres humanos que se creen ovejas.

¿Qué es lo que sigue?

El mundo ya dejó de sorprenderse con todo ese tipo de cosas y lo más estúpido, lo más estrambótico y lo más loco se ha normalizado.

¿Qué pasará por la cabeza de esos seres que de pronto deciden vestirse y comportarse como perros?

Tal vez en su infancia se encariñaron mucho con algún cachorro y pensaron: “¡Demonios! Yo quiero vivir el resto de mi vida como un perro dálmata, o un pug, o un pekinés”.

Ví el video en Tik Tok de los sujetos, hombres y mujeres que se “echaron” en el suelo y empezaron a ladrar y aullar como cualquier pulgoso. Algunos traían máscaras y otros el atuendo completo, mientras que familiares, amigos y uno que otro curioso, con sus teléfonos celulares, se dedicaban a inmortalizar el acto perruno.

Algo similar pasó en Polonia. Una comunidad de locos formaron la primera granja “para personas que se perciben como ovejas”. Sí. Como ovejas. En el video se ve cómo entran a un corral, semiagachados y después adoptan la postura de cuatro patas, mientras que en el exterior, un grupo numeroso de personas “normales” observan con curiosidad.

No faltaron las reacciones y memes, por supuesto.

“Yo me bajo de este mundo”,-subió a su cuenta de Tik Tok una mujer de Sevilla que se identifica como Clara Andujar.

Ya hemos hablado mucho en este espacio sobre el tema de la autopercepción, ya sea que alguien se sienta que pertenece al género opuesto (transexualidad) o a una especie diferente (transespecie).

Hay quienes creen que son caballos, pero nacieron con cuerpo de persona, otros dicen que se sienten jirafas, hipopótamos o elefantes.

Yo, por ejemplo, me siento Pegaso, con mis blancas alitas, zurcando el caluroso cielo de Reynosa.

La locura que invade a nuestro planeta solo es similar a la que prevalecía en la Edad Media, con algunas diferencias.

En aquellos tiempos no era como tú te percibías, sino como te percibían los demás.

Un vecino podía creer que porque una mujer tenía muchos gatos, practicaba la brujería. Podía ir a la Santa Inquisición y acusarla sin más pruebas que la presencia de los felinos, porque se decía que los gatos eran aliados de Lucifer.

Millones de mujeres murieron de esa manera, no solamente en Europa, sino también en Estados Unidos y México.

Ahora no. Hoy nos damos el lujo de ser nosotros los que decimos qué somos y cómo deben vernos los demás.

Si desde hace unos años un hombre que se practica la “operación jarocha” puede ir con un juez y pedir que le cambien el nombre por uno de mujer, ya puede hacerlo sin ningún problema. Las autoridades reconocen su nueva condición sexual.

Me imagino que para el 2024 o 2025 a alguien de los que se creen perros, ovejas o caballos se le ocurrirá que deben ser igualmente reconocidos con un documento oficial.

Aunque, y esto hay que subrayarlo, no he visto hasta ahora a nadie que se sienta cerdo. Será porque los chicharrones de puerco son tan sabrosos y populares, que no quieren arriesgarse a ser convertidos en carnitas.

Por hoy es todo, los dejo con el gustado refrán estilo Pegaso: “Existe la totalidad en el cultivo de viñedos del Patrono”. (Hay de todo en la viña del Señor).