Por Pegaso
¿Ven? ¡Se los dije! Las supuestas momias presentadas en ese circo en que se ha convertido la Cámara de Diputados por el “ufólogo” y “periodista de investigación” Jaime Maussán son más chafas que los muebles Troncoso.
Ese pobre loquito se cree todo lo que le llevan.
Yo recuerdo que hace unos quince años, estando en Radio Rey, alguien del ejido Corrales andaba diciendo que habían atrapado a un “cheneque” y que incluso, teniéndolo en un frasco, se veía cómo movía sus pies y manos.
Resultó que era un muñequito de plástico de los que se conocen como “trolls”, con su pelo parado y gran cabeza.
Claro. Hay quienes aseguran haber visto al “chupacabras”, al “monstruo de Loch Ness”, al “Yeti”, a la “bruja Mafufa” y al “hombre Lobo”, pero es muy difícil aportar pruebas fiables de ese tipo de cosas.
Los psicólogos nos dicen que muchas veces vemos lo que queremos ver, y que las creencias suelen convertirse en verdades para nosotros si es que las defendemos con gran ahínco, como le ha ocurrido a Jaime Maussán desde hace como cuarenta o cincuenta años.
Por eso, muchos memes se subieron entre ayer y hoy a las redes sociales, algunos ilustrados con figuras como Thanos diciendo: “Jaime Maussán en estos momentos: Me llamaron loco…”
En otros, se observa la comparación de las momias “no humanas” de Nazca con la marioneta usada para la película ET: El Extraterrestre (E.T: The Extraterrestrial, por su nombre en inglés. Estrenada en 1982. Director: Steven Spielberg. Protagonistas: Henry Thomas, Robert MacNaugthon, Drew Barrimore, Dee Wallace, Peter Coyote y Sean Frye).
El supuesto origen extraterrestre de las momias ya fue desmentido por el Museo de Nazca, Perú y por otros especialistas que confirmaron que fueron confeccionadas con partes de animales y son de reciente hechura. O sea, son solo artesanías.
En un video se puede observar cómo, mediante un escáner, se hace la comparación con una parte del cráneo de una llama, encajando perfectamente, además de que los huesos de las manos y piernas pertenecen a animales que son comunes en las selvas y praderas peruanas.
Alguien más afirmaba que para presentar como reales ese tipo de temas debemos ser rigurosos en los estándares de las pruebas que ofrecemos.
Para decir que se trataba de un “fake” yo solo me basé en la apariencia de las figuras, que no resultan nada reales.
Los productores de efectos especiales de las películas suelen ser más realistas en su trabajo.
Además, Maussán y una cofradía de “expertos” e “investigadores” de lo paranormal y del fenómeno OVNI tienen décadas tratando de demostrarnos que los alienígenas existen, presentando fotos borrosas que después someten a sesudos “estudios” o “análisis” de espectrografía que generalmente carecen de rigor científico.
Claro, puesto que se trata de un negocio que factura miles de millones de pesos anuales.
Y Maussán no debe estar tan loquito, porque sabe lo que hace al aprovecharse de la credulidad de la gente; tiene productos naturistas patentados a su nombre, cobra miles de pesos por cada presentación en México y otros países, además de obtener pingües regalías por concepto de publicidad en los canales que distribuyen su material.
Solo falta que venda talismanes extraterrestres o réplicas de las momias de Nazca.
En fin. Lo más probable es que ese tipo de cosas obedezca a consignas oscuras que pretenden mantener a la gente enajenada para que los gobiernos puedan hacer sus trastupijes sin que nadie le diga nada.
Viene el refrán estilo Pegaso: “A los integrantes de la comunidad humana, hogaza de harina procesada y actos circenses”. (Al pueblo, pan y circo).