Por Pegaso
¿Por qué no puede ser posible que Supermán vuele?
Número uno, porque es más pesado que el aire y no tiene ningún sistema de propulsión eficiente.
El argumento de que es a causa de los rayos amarillos de nuestro sol cae por su propio peso, ya que no se ha demostrado que dicha radiación posea características mutágenas tan marcadas que nos permita vencer la ley de la gravedad y la inercia.
Además, eso significaría que cualquier alienígena que nos visite a bordo de su OVNI, tendrá inmediatamente super poderes.
Porque, ¿cómo le hace El Hombre de Acero para superar la velocidad de la luz, si cualquier cuerpo que se acerque a ese límite tenderá a incrementar su masa de manera infinita, de acuerdo con los principios de la Relatividad?
Tampoco es viable que las balas le reboten en el pecho, a menos que traiga un chaleco de mallas como Porfirio Cadena.
Y mucho menos es posible que emita rayos calóricos de luz por los ojos.
Durante muchos siglos se creyó que la forma en que mirábamos las cosas era porque de nuestros ojos salía la visión hasta el objeto observado. Con la llegada de la Revolución Científica, se aclaró que son los objetos los que reflejan la luz y esta llega hasta nuestra retina, que después envía los estímulos al nervio óptico y finalmente nuestro cerebro los interpreta en forma de imágenes.
Pero el colmo de Supermán no es la imposibilidad de sus facultades suprahumanas, sino el hecho de que, siendo reportero del diario El Planeta, ¡nadie pueda reconocerlo!
Ni Luisa Lane, ni Perry White, ni Jaime Olsen. Es más, ni el pelón de Lex Luthor, que es tan inteligente, puede deducir que Supermán es en realidad el tímido y blandengue Clark Kent.
Basta con que se quite los lentes para que se den cuenta de lo estúpidamente obvio: Con lentes, Clark Kent, sin lentes, Supermán… Con lentes, Clark Kent, sin lentes, Supermán…
Mejor vámonos con unos sabrosos chistes de Supermán, quien por cierto, sus superpoderes no lo libran del bullying:
-Llega el niño corriendo al salir de clases y va a donde está la autora de sus días: ¡Mamá, mamá, en la escuela me dicen el Supermán!
-Contesta la abnegada progenitora: ¡Ay, hijo! ¿Otra vez te pusiste los calzones arriba del pantalón?
¿Alguno de mis dos o tres lectores saben por qué los hijos de Supermán son tan bien portados?
¡Pues porque son super-tranquilos! ¡Juar, juar, juaaaarrr!
En la pared del baño, Supermán escribió lo siguiente: “Batman es puto”.
Al día siguiente, Batman escribió en la misma pared: “Supermán es Clark Kent”.
Este era un mosquito que fue al cine a ver una película de Supermán.
Tanto le gustó, que al salir a la calle se puso a volar por toda la ciudad gritando: “¡Soy Supermán!¡Soy Supermán!”
Al ver que nadie lo pelaba se puso muy triste.
En ese momento vio la ventana abierta de una casa y se introdujo en ella. Un señor estaba leyendo el periódico en un sillón y empezó a volar cerca de su cabeza diciendo: “¡Soy Supermán!¡Soy Supermán!”
Entonces, el señor tomó una lata de Raid que tenía a un lado y la roció sobre el desdichado insecto, que dijo antes de caer al suelo muerto: “¡Oh, no! Raidonita!”
¿Qué se pone Supermán cuando sale con Luisa Lane?
¡Super fume!
Un tipo entra a un bar situado en la parte más alta de un edificio de 30 pisos y se sienta en la barra, junto a otro sujeto.
El primero le pregunta al segundo: ¿Qué estás tomando?
El aludido le contesta: “Cerveza mágica”.
-¡No ma….mssss! ¿Cerveza mágica? ¿Y qué tiene de mágica?
-Mira, déjame mostrarte. Se va hasta una ventana y salta hacia afuera. Momentos después entra volando por la otra ventana con una sonrisa de triunfo.
-¡Increíble!-contesta el otro. ¡Yo también quiero probar!
Le da un buen trago a la cerveza y después se dispone a lanzarse al vacío, estampándose momentos más tarde en la acera de la calle.
Se acerca Batman chistando la boca: ¡Tsch, tsch, tsch! ¿Sabes, Supermán? Eres un completo idiota cuando te emborrachas.
Y el refrán estilo Pegaso, cortesía de Leo De la Mancha y sus Manchados dice: “Y se deslizó por los aires de manera similar al Hombre de Acero, con la truza por encima de la vestimenta formal”. (Y voló como Supermán, con los chones encima de los pantalones).