Reynosa, Tamaulipas. Para celebrar el 125 aniversario de la destacada tamaulipeca Amalia González de Castillo Ledón, se reunieron integrantes de la Sociedad Civil de Reynosa, convocados por la Regidora María Esther Caargo Félix, quien preside la Comisión de Cultura del Cabildo.
En un conversatorio que versó sobre la vida y obra de la conocida escritora, de la cual lleva su nombre la biblioteca Pública Municipal de la plaza Miguel Hidalgo, estuvieron presentes la Secretaria de Desarrollo Social del Municipio, Hidilberta Velázquez y el maestro pintor Artemio Guerra Garza.
Fue precisamente en la biblioteca Amalia G. de Castillo Ledón, sede de este coloquio, donde el Presidente Municipal Carlos Peña Ortiz develó un mural de la autoría de Artemio Guerra, con la efigie de la homenajeada.
María Esther Camargo inició con una breve biografía.
“Ella nació en 1898, un 18 de agosto, hace 125 años en Santander de Jiménez, Tamaulipas, siendo sus padres Vicente González Garcilazo y la maestra María Caballero. Su padre falleció cuando ella era muy joven y a los 15 años se trasladó con su madre a la Ciudad de México, donde estudiaría declamación y arte teatral en el Conservatorio Nacional. También tomó algunas clases, algunas materias en la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de México. Entre 1916 y 1920, en el conservatorio, tuvo contacto con muchos artistas y escritores de esa época, entre ellos, por ejemplo, Amado N ervo, así también el que después fuera su esposo, el nayarita Luis Castillo Ledón, quien era funcionario público, historiador del Museo Nacional de Historia y con quien contrajo nupcias en 1920. El matrimonio tuvo tres hijos: Luis Antonio, Beatriz y Gabriela. Hay algo curioso que es bueno resaltar: La familia de Anaya tenía una gran amistad con el Gobernador tamaulipeco Emilio Portes Gil. Eran de la misma región y las madres tanto de Amalia como de Emilio, habían coincidido y eran amigas. Podían desenvolverse en ese ámbito familiar, de alguna manera se conocían y esto le permitió a Amalia desenvolverse en el ámbito cultural y político de la posrevolución”,-destacó.
Más adelante, la licenciada Emilia Vela, integrante del Ateneo de Reynosa, resaltó la importancia de la obra de Amalia G. de Castillo Ledón.
Entre otros logros, obtuvo el título de maestra normalista, pero a nivel nacional se le conoce más por su aportación en la creación de la Asociación Nacional de Protección a la Infancia y de la Oficina de Educación y Recreaciones Populares en el Distrito Federal.
Promovió la instalación de carpas y escenarios públicos para difundir el arte dramático a todos los niveles.
En las colonias populares abrió centros culturales y dentro de las cárceles estableció talleres de artes y oficios. Para las hijas de las reclusas creó la Escuela Héroes de Celaya, en la Delegación Azcapotzalco y también organizó la primera Unión de Actores Teatrales Mexicanos.
Fungió como Primera Dama de Nayarit entre 11930 y 1931, desde donde participó en la fundación del Instituto de Ciencias y Letras y de la Escuela Normal, antecedente de la Universidad Autónoma de Nayarit, así como de la Escuela Normal Urbana de Tepic y la Escuela Normal Superior de Nayarit.
También dentro de la democracia tuvo una destacada participación, al formar el Comité Femenino Interamericano pro Democracia, con la misión de divulgar y apoyar los principios de la política exterior de México.
Organizó las guarderías para los hijos de locatarios de mercados y en 1944 fue miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana.
En 1945, en plena Segunda Guerra Mundial, participó en la Conferencia Mundial de San Francisco, donde intervino en la consagración de la igualdad de hombres y mujeres en la Carta de las Naciones Unidas.
Fue nombrada Presidenta del Sector Femenil del entonces Partido de la Revolución Mexicana (después PRI) y representó a México ante la Organización de Estados Americanos.
Formó parte del Consejo Consultivo de la Administración Pública Internacional de la ONU, en 1945 fue representante del Organismo Internacional de Energía Atómica y por si eso fuera poco, fue asesora de la Secretaría de Turismo.
Falleció en la Ciudad de México el 3 de junio de 1986, a la edad de 88 años. Sus restos fueron enterrados en la Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres y después trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres, tras una ceremonia que se realizó en el Teatro del Centro Cultural de Tamaulipas, el cual lleva su nombre.